Después de visitar Barcelona, Madrid, Valencia, Sevilla y Bilbao, el "talent show" de danza "Fama a bailar" celebraba ayer su última prueba de selección en la capital santacrucera, el punto final. Antes de las diez de la mañana, hora señalada para el inicio de la selección, la antigua fábrica de tabacos Philip Morris, en la zona conocida como Finca Tristán, se convirtió en un hervidero. Hasta casi las siete de la tarde, por los sets pasaron gentes de todos los estilos y condiciones; en formato individual o bien en grupo y con más o menos nervios.

Además, Shyno, concursante de la anterior edición del programa, se acercó hasta el lugar donde se estaban realizando las pruebas, para animar y apoyar en persona a los aspirantes

Iker Karrera, director de la escuela, Ruth Prim y Marta Moure, la directora de casting, fueron los responsables de decidir quiénes son los últimos bailarines en llegar a la fase final de este formato producido por Zeppelin TV.

Solo 50 aspirantes accederán a la gran final que se celebrará el 11 de enero y entre ellos se escogerán a los elegidos para convertirse en alumnos de la escuela: el camino hacia la fama tiene un precio.