El consejero de Industria y Energía del Gobierno de Canarias, Pedro Ortega, auguró ayer, en una entrevista en Radio EL DÍA, que los aerogeneradores marinos, de los que el Archipiélago ha sido pionero en España con el instalado en Gran Canaria, "más pronto que tarde" se extenderán por las Islas. De esta forma, y según subrayó, se podrá ir minimizando el impacto visual que suponen el creciente número de molinos terrestres que se están colocando con el desbloqueo de los concursos.

Durante el programa "El Día por Delante", Ortega remarcó que, ante la disyuntiva de si seguir quemando fuel y contribuir al efecto invernadero o colocar generadores de viento en el territorio isleño, se queda claramente con esta segunda opción. Además, y a diferencia del fuel, que causa un daño "permanente y estructural", los molinos son solo temporales porque existen alternativas.

Entre ellas, destacó los aerogeneradores y, si bien el de Gran Canaria ha tenido problemas de funcionamiento, indicó que se trata de algo pionero en el Estado y que en su base caben camiones, con lo que remarca su enormes dimensiones y complejidad, y que, en todo caso, ya se ha resuelto y sus hélices empezarán a girar "en unos días". El consejero subraya también los avances en la investigación en geotérmica o en el ámbito de la energía fotovoltaica y considera que el contraste con el comienzo del mandato, "cuando nos criticaban porque las renovables no existían en las Islas", es considerable 3 años y medio después.

Ortega también fue preguntado por el "brexit" y, en este caso, su optimismo se torna en preocupación total. Aunque no descarta que a los británicos no se les aplique ahora el IGIC para minimizar los posibles riesgos para el turismo, aclara que eso requiere trámites que habría que estudiar.

No obstante, dijo varias veces que la incertidumbre va creciendo cada vez más, y no solo en Canarias, sino en toda la UE, porque se va acercando la fecha del comienzo del proceso de salida (el 29 de marzo) y la Cámara británica continúa sin respaldar el acuerdo entre el Gobierno de May y la UE para que la salida sea lo menos traumática posible y haya un proceso de varios años de adaptación paulatina, así como un posible acuerdo político posterior.

El consejero recuerda que el "brexit" siempre fue algo no deseado por la UE, subraya la complejidad de la situación cuando muchos diputados conservadores votan en contra de su propio gobierno y espera que el próximo martes haya una votación favorable al pacto alcanzado. Eso sí, remarca que la UE no aceptará otro acuerdo y que no cabe un nuevo referéndum.

Asimismo, indicó que están esperando por los planes de contingencia que tiene previsto elaborar el Gobierno de España, aunque todo depende de la posición conjunta de la UE. Según insiste, la culpa ha sido solo del Reino Unido y lo ideal sería una salida acordada.