Miguelito, aquel personaje famoso de las historietas de mi mágica Mafalda, decía: "yo lo que quiero que me salga bien es la vida". Y hace unos días, después de una larga conversación con una persona con la que comparto intereses y objetivos, me llegó a la mente esta frase que siempre me hace reflexionar: "yo lo que quiero que me salga bien es la vida". Las historietas de Mafalda son puro alimento para el alma. Me declaro seguidor de Mafalda y de todos sus genuinos personajes.

Y yo creo que para que la vida nos salga bien debemos de vivirla intensamente, saboreando cada momento, cada instante, cada sensación y haciendo felices a los demás sin ver fantasmas donde no los hay. Los fantasmas reales e imaginarios hacen que a veces la vida "no nos salga bien" . Para que nos salga bien la vida creo que no podemos estar juzgando y prejuzgando cualquier situación y en cada momento por una sencilla razón: es algo agotador. La vida es una carrera de relevos y para que nos salga bien la vida, como dice Miguelito, es necesario que tomemos el testigo y corramos sabiendo que más adelante vamos a tener una mano amiga que lo tomará y correrá también hacia la meta. Incluso si queremos hacer una "carrera de velocidad", no podremos iniciarla solos, porque necesitaremos personas que nos preparen y nos ayuden a estar en forma. A mí me gustan más las "carreras de relevo" que las de "velocidad". Pensar que alguien estará presto para tomar el testigo me hace sentir que la vida me va bien y me alivia.

La frase es sencillamente maravillosa: "yo lo que quiero que me salga bien es la vida", y para ello yo entiendo que debemos ser generosos, desprendidos, solidarios, leales, pero sobre todo, no buscar justificaciones a situaciones vivenciales que no las tienen. Que fluya la vida. Hace unos días, cuando llovía en Candelaria, sentía la lluvia caer, olía a tierra mojada, miraba por la ventana desde donde diviso el inmenso Atlántico y pensaba en la frase de Miguelito: "yo lo que quiero que me salga bien es la vida". Después me comí un plátano y unas galletas de María para, quizá, regresar a la infancia.

Y es que para que nos salga bien la vida tenemos que desear bien, porque lo que deseamos, tarde o temprano, se nos retorna y muchas veces multiplicado. La vida se compone casi siempre en saber disfrutar y vivir los pequeños detalles (como el plátano con la galleta de María), sonreír y reír más de veinte veces diarias, ser tu mismo, ser auténtico, en definitiva, ser único. Porque cuando eres único y haces cosas diferentes para obtener resultados diferentes, "la vida te sale bien".

Y ya llega el momento en que el tiempo tiene un valor inconmensurable, inmenso, eterno, porque cada vez poseemos menos. Es por ello que aprovechar el tiempo es "hacer que nos salga bien la vida". Más allá de un examen de segundo de Económicas, de un resultado matemático, de un objeto que no has podido adquirir, de un viaje soñado que tarda en llegar, pero que te lo imaginas, de lo material que siempre se convierte en materia (y no prima), de lo secundario? más allá de todo eso: "lo que quiero que me salga bien es la vida", y si a ustedes la vida les sale bien, a mí también.

Felices momentos de vida.

*Vicepresidente y consejero de Desarrollo Económico del Cabildo de Tenerife