El presidente de NC, Román Rodríguez, ha afirmado que "nadie" podrá demostrar que haya intervenido en la compra por parte del Cabildo de Gran Canaria de una finca en la zona de Amurga que cuenta con 22 propietarios, entre los que se encuentra su esposa, rechazando de manera tajante cualquier tipo de "pelotazo".

"Estoy triste, impactado y preocupado por estas cosas colaterales de la política que tanto daño hacen a lo que uno más aprecia, que es el entorno personal y familiar. He tenido un fin de semana de tristeza y preocupación fundamentalmente por mis hijos, porque nada tienen que ver con la política y, sin embargo, esta actividad que tiene tanto riesgo produce malas noticias como esta aunque no tengan sustento, al menos de reprobación ética o legal", dijo.

En declaraciones a Ondacero recogidas por Europa Press, el nacionalista hizo especial hincapié en que desconocía todo lo relacionado con esta venta y que su familia política tiene un conjunto de propiedades heredadas que él no controla, que no le corresponde y en las que no tiene "ni arte ni parte".

Asimismo, resaltó que estos herederos, en base a sus propios intereses, tratan de vender la propiedad al mercado, tanto privado como público. "Y llevan muchísimos años --continuó-- intentando vender esas propiedades".

"En 2014 estuvieron a punto de vendérselo al Cabildo y no nunca me enteré. Que por cierto, yo estaba en la oposición con José Miguel Bravo de Laguna de presidente. Y ahora se han presentado a un concurso, han reunido los requisitos y al parecer el Consejo de Gobierno del Cabildo les da la opción de comprar esta finca", aseveró.

Rodríguez reiteró que no sigue este asunto, que no le corresponde, que no tiene competencias y que no tiene información, destacando que no ha intervenido "en nada".

RECHAZA PUBLICACIONES QUE INSINÚAN UN "PELOTAZO"

"Mi único vínculo con ese expediente y con esa finca es que una de los 22 propietarios es mi mujer. A partir de ahí se han hecho publicaciones para insinuar la tesis de que Antonio Morales y yo, que pertenecemos al mismo partido, le compramos la finca a mi mujer sin tener en cuenta el valor de la finca, es decir, un pelotazo", explicó.

Aquí, puso de relieve la transparencia y la legalidad de esta compra, para añadir que "nadie" podrá demostrar ninguna intervención por su parte en un asunto que son bienes privativos de su familia política en las que el "ni entra ni sale".

Cuestionado sobre el hecho de que el representante de los vendedores sea una persona conocida en NC, Rodríguez comentó que no es una personal del partido, sino que ha sido un funcionario de San Bartolomé de Tirajana y que el mismo sale en ese expediente desde hace seis años "con luz y taquígrafos".

"Expresión de que está ahí --matizó--, pero eso qué importa. Se supone que el Cabildo cuando toma una decisión no la adopta en función de quién es el titular de la propiedad, sino por la naturaleza de la misma. Estoy seguro de que Antonio Morales se entera de esto después de que se publique porque un gobernante no va a ver el expediente para ver quiénes son. Los informes se hacen por los servicios técnicos".

En cualquier caso, el nacionalista concluyó que quien tenga cualquier tipo de dudas puede acudir al expediente de la venta y ver toda la información, insistiendo que el mismo no tiene "nada que ver" con su persona. "Lo que queda al final es el intento desacreditar, desprestigiar y generar dudas sobre personas que dedicamos nuestra vida a esto voluntariamente y que no tenemos nada que ocultar", concluyó.