"La comunidad no da abasto a pagar las extracciones". La afirmación la formula Remigio Mujica, presidente de los portales 2, 4 y 6 del bloque C de la barriada de José Antonio, y lo hace en referencia a la cantidad de veces que han tenido que llamar a la empresa especializada en desatascar las conducciones de aguas negras de este edificio.

Solo en 2018, los vecinos de este bloque de viviendas tuvieron que recurrir a este mecanismo en cuatro ocasiones, con un coste que supera los 1.000 euros en cada intervención. La última fue el 19 de diciembre. "Estamos rezando para que aguante", indica.

"Llegó un momento en el que se le acabó el dinero a la comunidad y hubo que hacer derramas. Y hay gente que no tiene dinero para tanto gasto", explica el presidente del bloque C, quien recuerda que en una ocasión se limpió la tubería y "en dos semanas" estaba obstruida de nuevo.

"Hemos mentalizado a la gente de que no tire papeles y otras cosas, y se ha ido aguantando un poco, pero cada tres meses hay que aportar un montón de dinero", sostiene Remigio Mujica.

Tanto él como otros afectados del bloque C-y a ellos se suman vecinos de los bloques A y B- relatan que los problemas comenzaron "apenas un año y medio" después de que el ayuntamiento acometiera la sustitución de las tuberías de desagüe, en 2010. En total son 144 viviendas.

En aquel momento se cambiaron las canalizaciones antiguas de barro por unas de PVC que, a la vista de los resultados y según la opinión de los vecinos, "no tienen suficiente capacidad".

"Ocho viviendas van a la misma tanquilla séptica, que tuvimos que abrir nosotros porque la habían dejado tapada, y desde allí parte un tubito de 110 para sacar todo eso", precisa un residente del primero, que ha visto cómo se pone el agua "marrón" en la taza del baño y en la bañera en varias ocasiones. "La obra está mal hecha", añade Mujica, quien el pasado miércoles tuvo que ayudar a "limpiar" con una manguera una de las aceras que rodean el bloque, tras la fuga de aguas fecales que se produjo desde uno de los patios.

De la queja vecinal tiene constancia el ayuntamiento, por escrito, desde el pasado día 15 de enero, cuando el presidente del bloque C registró una reclamación en el consistorio.

En este documento, los afectados dan cuenta de que el seguro de la comunidad "ya no les da cobertura", y piden al consistorio que envíe "un perito" para que estudie qué se puede hacer al respecto.