El Tribunal Supremo paquistaní anuló hoy la sentencia de absolución de una corte inferior y condenó a 5 años de cárcel a un joven por dar 23 puñaladas a la estudiante Khadija Siddiqui, quien se ha convertido en un icono de la lucha feminista en el país asiático.

Un tribunal formado por tres jueces y dirigido por el presidente del Supremo, Asif Saeed Khosa, declaró nulo el veredicto de absolución del Alto Tribunal de Lahore emitido en junio del año pasado y ordenó el arresto del acusado Shah Hussain en la misma sala judicial.

"Hoy es una victoria para todas las mujeres", dijo Siddiqui, que logró recuperarse del ataque, ante las cámaras de televisión frente al Supremo, poco después de conocerse la decisión judicial.

La joven, tocada por un velo negro y gafas oscuras, aseguró que su caso ha creado un precedente en la lucha de las mujeres contra la violencia en el patriarcal país asiático.

El gobernante partido Pakistán Tehreek-i-Insaf (PTI), del primer ministro Imran Khan, celebró la decisión judicial.

"Se ha hecho justicia al fin. El atacante Shah Hussain de Khadija Siddiqui condenado y arrestado", señaló el PTI en su cuenta de Twitter.

En mayo de 2016, Siddiqui esperaba a que su hermana de seis años saliera del colegio en una concurrida calle de la ciudad de Lahore (este) cuando su compañero de clase de la universidad Hussain le asestó 23 puñaladas en el cuello, los brazos y la espalda.

Su hermana también sufrió heridas al tratar de defender a Siddiqui.

La joven de 21 años fue trasladada a un hospital y acusó del ataque a Hussain, con quien había tenido una relación que ella había roto.

Hussain, hijo de un importante abogado, fue condenado en julio de 2017 a siete años de cárcel por intento de asesinato, una pena reducida posteriormente a cinco años, pero el Tribunal Superior de Lahore absolvió al joven en la apelación un año después, en una controvertida decisión.

Ante la indignación de grupos de derechos humanos y el activismo de Siddiqui, convertida ya en un icono, el entonces presidente del Supremo, Saqib Nisar, decidió retomar el caso.

En el conservador Pakistán cada año se producen miles de casos de violencia anuales contra las mujeres y solo en 2018 unos 650 de los llamados asesinatos por honor, cometidos por familiares por una supuesta afrenta moral.

Los pocos casos que llevan a los tribunales acaban en pocas condenas, menos del 1 %, según datos de la Fundación Aurat, ONG que trabaja por los derechos de las mujeres.