Las esperanzas que aún albergaban Josué y Yanira -y su pequeño de tres años- de que su desahucio se retrasara un mes se vieron frustradas ayer cerca de las diez de la mañana. Una llamada del Juzgado confirmó la noticia que la joven familia nunca quiso escuchar: su alzamiento no se paraba.

Según contaron desde la plataforma 29-E, que ha apoyado a los afectados durante los últimos días, el propietario del inmueble ubicado en Ofra no dio marcha atrás en sus pretensiones.

Con lágrimas en los ojos, pero sin aspavientos -salvo algún improperio lanzado hacia las administraciones propio de la situación-, la joven pareja recogió, con resignación, sus enseres y, junto a varios voluntarios, entre ellos Lolo Dorta (29-E), los fue depositando tras la puerta de la entrada del edificio en el que han vivido durante los últimos cinco años. El pequeño, aunque con vómitos, fue enviado al colegio para evitarle el mal momento, según indicaron sus padres. El colegio era conocedor de la situación.

Entre tanto, los teléfonos no pararon de sonar, y con ellos la confirmación de dos asuntos importantes: transporte y futuro alojamiento. Sobre las 11:15 horas, y ya con las trabajadoras sociales en el segundo izquierda del número 17, apareció en la calle Los Arcángeles el furgón de la ONG Abrigos y Sonrisas. Sus voluntarios iban a encargarse esta vez de ayudar en el traslado.

A esa hora de la mañana, y con el alzamiento asumido, solo faltaba cargar las pertenencias en el vehículo y esperar a la autoridad judicial -llegó sobre las 12- para certificar la salida del inmueble. Salvo la lavadora y la nevera, que dieron algún problema en el descenso por la escalera, el resto de cosas se acumularon sin dificultad en el furgón.

Culminada esta tarea, se produjo el traslado de la familia, coordinado por el ayuntamiento. Josué y Yanira fueron alojados de manera provisional en un céntrico hotel de la capital tinerfeña. La alimentación, en cambio, la tendrán en una pensión próxima. Ambos servicios serán costeados por Cruz Roja. Mientras, los enseres y propiedades materiales de la pareja estarán en un servicio de guardamuebles.

Según informó el consistorio, pasado el mediodía, ahora proseguirá la búsqueda de alternativas a medio y largo plazo para que la pareja vuelva a disponer de una vivienda estable a través de recursos propios y de las ayudas y prestaciones que el municipio ofrece.

Cabe recordar que la familia fue incluida esta semana por parte del Instituto Canario de la Vivienda (Incavi) en el registro del programa "Canarias+ViviendasXFamilias" para buscar una solución duradera.