Enrique Camacho (Santa Cruz de Tenerife, 1983) asume su cuarta gala adulta con el reto de hacer lo mejor posible el espectáculo que versará sobre el Carnaval de las Profundidades Marinas.

Las galas no se comparan con la de Las Palmas, sino con la de la edición anterior...

Pero el objetivo no creo que deba ser superar lo que hicimos el año pasado. Nos enfrentamos a un espectáculo diferente, por eso insisto mucho en hacer cada año el mejor posible, no con la mira de hacer un espectáculo superior al anterior sino lograr el mejor.

¿El motivo de cada Carnaval condiciona el éxito de la gala?

No necesariamente condiciona el éxito, pero sí condiciona el desarrollo de la puesta en escena. Hay que añadir que tenemos los presupuestos y los condicionantes que tenemos. El motivo condiciona.

¿El alto número de candidatas ha obligado a reducir la plataforma del escenario?

Se ha resuelto ampliando la trasera del escenario gracias al organismo autónomo y los técnicos, de tal manera que no afecte a la plataforma ni aforos de público.

¿Mantiene buena relación con los diseñadores?

Sí, sí. La relación con ellos es muy buena en general. Lógicamente está con quien tienes más o menos empatía. Entiendo el planteamiento de defensa frente a las propuestas que les realizo, si bien por otro lado me gustaría que arriesgaran un poquitillo.

¿Cómo va a resolver el alto número de candidatas, 19?

Vamos a hacer cuatro bloques. La gala en ese sentido será convencional. El segundo desfile de carrusel, como acordamos en la última reunión, no tiene sentido si no es para abrir de nuevo una votación. La gala está pidiendo a gritos desde hace mucho tiempo que vote el público, aunque entiendo el criterio correcto y coherente de los diseñadores, que dicen que desde casa no se valora bien cómo está hecho el traje y sus detalles. Comparto esa realidad, por en mi fórmula hay una parte que eso lo cubre. Ese veredicto del público existe, y qué mejor que trasladarlo a la realidad.

¿Partidario de poner límite al número de candidatas admitidas?

No podemos olvidar que es la gala de la reina; es su concurso y cuantas más aspirantes, mejor porque significa que el Carnaval goza de buena salud y las empresas apuestan por él. Para el espectáculo, no siempre es bueno el término cuantitativo. ¿19 aspirantes? Podemos entrando en el límite de las muchas, pero se pueden salvar si son 19 grandes candidatas. Es la noche de las candidatas y a quien no le guste, que vea otra cosa. Pero, si se pasa de 19 o 20 aspirantes el espectáculo sufriría. 16 candidatas me parece perfecto para el espectáculo; para el concurso me parece mejor más aspirantes.

¿Y hacer dos galas?

A lo mejor la fórmula en el futuro pasa por una semifinal el día antes. Hay mucho que pensar. ¿Poner un límite? Podría ser una solución: hay un límite especial que no debería de existir.

¿Es un director de llenar con gente la gala?

He dejado claro que no estoy a favor de esa fórmula. Cuando tiene que haber mucha gente es porque el espectáculo lo demanda. Este año va a haber mucha gente porque ocurre debajo del mar, pero no de las profundidades marinas, sino de realzar el trabajo de todos los grupos y participantes del Carnaval, se suban o no a un escenario. Y la única manera es con mucha gente. Por eso decía que no se va a poder comparar esta gala con la del año pasado; son objetivos y criterios distintos. Es la gala de las que he hecho con más gente.

¿Con más candidatas la gala será más larga?

El objetivo es no superar las tres horas. Nos mantenemos en el mismo tiempo de la gala del año pasado. Al tener más candidatas, teníamos que conseguir que le objetivo no pase las tres horas.

¿Y qué sacrifica?

No hay sacrificios. Están los cuatro primeros premios y compartí con las agrupaciones musicales la necesidad de hacer un barbecho en la actuación conjunta para replantearla en un futuro, pero estamos hablando de tres minutos. Es más una cuestión de armar el puzzle.

¿La gala es siempre la misma pero con un cambio de piezas?

Sí, la gala siempre es la misma y se cambian las piezas, y de los que se trata es de cambiar las piezas para que la gala parezca distinta. Eso es el Carnaval. El Carnaval son unos grupos y candidatas y nosotros tratamos de presentarla distinta. El día que la gala deje de ser de Carnaval, tendremos un espectáculo de variedades. A quien no le guste el Carnaval, entiendo que la gala no le guste.

¿De qué se siente más satisfecho?

De comparar la evolución del primer año a este y las ganas de todos los grupos por estar en la gala, su complicidad y entrega... Sienten que todos quieren estar en la gala y se entregan para dar lo mejor.