Una de las grandes multinacionales del alquiler vacacional, Airbnb, se ha congratulado este miércoles de las sentencias del Tribunal Supremo que anulan los aspectos más controvertidos del decreto que regula su actividad en Canarias, "una de las normas más restrictivas de Europa".

En un comunicado, Airbnb califica de "buena noticia" para los propietarios de las viviendas ("los anfitriones", en su argot) y también "para el turismo" que el Supremo haya anulado los preceptos del decreto de Canarias que prohibían las viviendas vacacionales en las zonas turísticas y no autorizaban alquilar habitaciones sueltas.

La multinacional del alquiler vacacional subraya que el propio Tribunal ha concluido que la "única explicación plausible" de esas restricciones a su actividad en Canarias era "favorecer la oferta de productos alojativos turísticos tradicionales", lo que vulnera la libre competencia en la prestación de servicios.

"Es una buena noticia para los anfitriones y el turismo que distribuye los beneficios entre las familias, las empresas y los colectivos locales en las Islas Canarias. Queremos avanzar y trabajar juntos con otros actores del sector, con los gobiernos locales, regionales y nacionales para desarrollar una normativa moderna y sostenible", dice el responsable de Políticas Públicas de Airbnb en España y Portugal, Sergio Vinay.

A juicio de esta empresa, estas sentencias del Supremo contra el decreto de alquiler vacacional de Canarias representan además "un impulso un tipo de turismo asequible, auténtico, inclusivo y sostenible, impulsado por las personas de las islas".

Airbnb sostiene que de cada euro que se gastan en las viviendas ofrecidas en su plataforma sus clientes, "87 céntimos van a parar a los bolsillos de los anfitriones locales", mientras que "los turistas que reservan en cadenas de hoteles o en agencias de viajes ''online'', destinan entre 14 y 35 céntimos de euro a gastos de gestión y comisiones que nunca llegan a la comunidad local".