Los nervios presidieron el último día de mercado en el CD Tenerife. Más que los fichajes, preocupaba una hipotética salida de Jorge Sáenz vía pago de la cláusula de rescisión, cifrada en 3,5 millones de euros, algo que dejaba casi sin margen de maniobra al club insular y sin un activo deportivo importante para esta segunda vuelta. Víctor Moreno sabía que esta posibilidad era real y hasta estudió alguna incorporación para acometer en el plazo extra que ofrece LaLiga en estos casos. Pero no hizo falta. El plazo de inscripción de futbolistas cerró sin sobresaltos.

El central canterano mantuvo ayer un largo diálogo con el presidente Miguel Concepción. La intención del Tenerife era hacerle ver lo importante que era propiciar una salida airosa para todas las partes. Así, la negociación con el Valencia CF quedó concretada a falta de oficialidad como un traspaso en diferido. Con la caballerosa actitud de Pablo Longoria, director deportivo che, quedó descartada la marcha de Jorge ahora. Será en verano, una vez se realicen los trámites oportunos y el jugador acuerde los términos de su contrato con el Valencia, y a cambio de una cantidad aproximada de 3 millones de euros. Todo un éxito para las arcas blanquiazules de cara al tope salarial del próximo curso y por un futbolista con un solo año de contrato por delante.