Cuando Yoel Bárcenas batió a Dani Hernández a los 22 minutos del partido Real Oviedo-Tenerife (1-0), de la última fecha de la primera vuelta de LaLiga 1 2 3, el portero del equipo tinerfeño puso el contador a cero de un tiempo sin encajar goles que ya se ha prolongado durante tres encuentros más (Nástic, Málaga y Deportivo), dejando el registro de imbatibilidad en 338 minutos.

Con veinticuatro partidos disputados de la temporada 2018/19, el Tenerife -y Dani, titular en cada cita liguera- no había sido tan fiable en su trabajo defensivo como ahora. De hecho, hasta el triunfo sobre el Nástic (2-0), los de José Luis Oltra solo habían dejado su puerta a cero en cuatro ocasiones: en la victoria ante el Cádiz (1-0) y en los empates con el Lugo, Albacete y Extremadura, siempre en el Heliodoro Rodríguez López. Visto desde otro ángulo, el Tenerife consumió veintiún jornadas -hasta la derrota en Oviedo- impidiendo que su rival marcara únicamente en los citados cuatro enfrentamientos, mientras que logró ponerle el candado a su puerta en las tres fechas posteriores, primero en casa frente al Nástic y el Málaga y luego a domicilio ante el Deportivo.

Precisamente, el 0-0 en Riazor puso fin a un serie de once compromisos en campo contrario con Dani Hernández teniendo que recoger el balón del fondo de su portería al menos una vez. En el duodécimo intento, el guardameta fue capaz de convertirse en un muro insuperable a domicilio.

La racha actual es la cuarta de Dani como jugador del Tenerife. Si la prolonga el sábado en el duelo con el Córdoba, superará la que estableció en la Liga 2015/2016, pero aún quedará lejos de su récord como blanquiazul: 579 en la 16/17.