El Gobierno de Canarias y la Asociación Europea de Productores de Plátano (APEB) han expresado este jueves su oposición a la posibilidad de que la Comisión Europea negocie con Colombia, Perú y Ecuador nuevas rebajas arancelarias para la importación de bananas de esos países.

En un comunicado, la APEB y la Consejería de Agricultura del Gobierno canario explican que han aprovechado la celebración en Berlín de la Feria Fruit Logística para organizar una primera "reunión de urgencia" de las principales asociaciones europeas de productores de banana, representantes de los agricultores de Canarias, Madeira (Portugal) y Martinica y Guadalupe (Francia).

"Nos sorprende y denunciamos la actitud de la Unión Europea de estudiar la propuesta de efectuar mejoras en la liberalización arancelaria a favor de terceros países, lo que, sin duda, favorecería la competencia desleal de la producción de estos países respecto al plátano canario, que ya veníamos denunciando en las condiciones actuales", dice el consejero canario, Narvay Quintero.

Quintero sostiene que este tipo de acuerdos con países externos a la UE deja a los agricultores europeos "en una situación de desventaja e incumple el principio de reciprocidad, de preferencia comunitaria y lo recogido en el tratado 390 en relación a las regiones ultraperiféricas".

La patronal APEB sostiene, por su parte, que facilitar la importación de banana de países andinos en Europa "favorecería la creciente competencia desleal", porque las "normas laborales, sociales y fitosanitarias" de esos estados son "muy permisivas en comparación con las altas exigencias europeas".

La APEB y el Ejecutivo canario subrayan que esos países "ya se benefician de una bajada sustancial del 57 % del arancel desde 2009, lo que representa una reducción de 101 euros por tonelada".

La asociación de productores advierte, además, de que con las condiciones actuales esos países americanos todavía podrían exportar a Europa con arancel preferencial más de un millón de toneladas adicionales de banana, lo que "provocaría un desastre incuestionable" para los agricultores europeos.

"La Unión Europea debe rechazar por ello la petición de los terceros países de bajar aún más el arancel actual", añade.