Los años pasan, las tecnologías se llaman "nuevas", la esperanza de vida aumenta, las mujeres logramos poco a poco la igualdad laboral, pero los límites biológicos son los que son, y es ahí, cuando el reloj biológico llama, cuando nos damos cuenta de que sí, mandamos en nuestras agendas, pero quizá no tanto a la hora de marcar los tiempos. Y es en ese momento cuando a muchas y muchos les entran las dudas y los miedos.

En las grandes capitales ya se considera una práctica habitual, mujeres solteras y mujeres que conviven en pareja congelan sus óvulos, ¿por qué? Pues porque resulta que nuestro reloj biológico se ha puesto de acuerdo con la media de edad en la que los jóvenes de hoy en día comienzan su escalada laboral. Y con esta práctica nos aseguramos de que nuestros óvulos sigan jóvenes aunque el tiempo avance.

Los 30, los temidos 30. Al cumplirlos tanto a hombres como a mujeres, da igual solteros o casados, les corroen las dudas. ¿Quiero tener un niño? ¿Soy capaz de responsabilizarme de alguien que va a depender íntegramente de mí en sus primeros años de vida? ¿Qué supondrá eso en mi empresa? ¿Mantendré mi puesto de trabajo? ¿Será un hándicap a la hora de seguir "escalando puestos"?

Empieza a los 30, pero duran prácticamente toda la década, y no son escasos los casos de hombres y mujeres que al entrar en los cuarenta mantienen este tipo de dudas.

Sigo encontrando casos en consulta de mucha gente que, sobre todo tras fechas familiares como lo fueron las Navidades, se agobia tras las preguntas constantes del entorno con respecto a su paternidad o maternidad. Un agobio que resulta frustrante en el tiempo y que en un medio plazo puede llegar a considerarse un problema.

Pero? ¿el reloj biológico manda?

En unos tiempos en los que nuestros auriculares son inalámbricos y podemos hablar por teléfono a través de un reloj? ¿pueden hacer algo? ¿Se puede hacer algo al respecto de los tiempos que marca el organismo en el caso de las mujeres? ¿Se puede hacer algo al respecto de los tiempos que marca la sociedad en el caso tanto de ellos como de ellas?

Lo primero que habría que apuntar en un posible listado de "cómo sobrevivir a nuestro reloj biológico y social" es la máxima de "No agobios". Agobiarse ante estas situaciones no va a aclarar tus dudas, todo lo contrario, hará que no seas capaz de concentrarte en ese trabajo que tanto te importa, hará que se despierten momentos de tensión en la pareja, hará que cuando te decidas (si te decides) a tener un bebé cueste más. En casos de dudas de este tipo debemos intentar que nuestra mente se convierta en nuestra aliada ya que dejar que se convierta en un problema es algo muy sencillo.

Valora los tiempos. Esto es algo que hacemos de forma instintiva y se trata de algo totalmente personalizado, nunca tus tiempos van a ser los mismos que los de tu vecino, tu compañera de trabajo o tu mejor amigo de la facultad. Se trata de tu vida y en ella a quien único debes de tener en cuenta es a tu pareja y a ti. Háblalo, valóralo y obra en consecuencia sin remordimientos, ¡nadie te va a juzgar!

Estudia opciones. No solo congelar los óvulos en el caso de la mujer es una opción. Tenemos posibilidades que han estado ahí siempre como, por ejemplo, la adopción.

Escúchate. Tras algún que otro caso de "no se qué hacer" referente a este tema en consulta he de insistir en que necesitas un tiempo para ti, un tiempo para que puedas escuchar lo que realmente quieres. No se trata de algo que está de moda o no, se trata de tu vida así que tienes que tenerte en cuenta.

Vívelo, hazlo en tu cabeza, como si fuera un juego en el que maquetas la que sería tu vida con un bebé en la ecuación. Lo vas a tener porque el reloj lo manda pero tras esa decisión existe la aceptación de un compromiso no escrito y es el más importante que aceptarás en tu vida, el compromiso de la responsabilidad total.

Hoy por hoy ya no se entra a etiquetar a nadie por si es o no padre o madre, hemos logrado que la acción de traer niños al mundo no sea parte de algo estereotipado, los tenemos si queremos y porque los vamos a querer, por ello, sé consecuente, no solo con tu reloj biológico o social sino con la vida que tienes prevista para ti. ¿Soñabas con ser padre de familia numerosa pero tienes 35 y estás en un momento profesional complicado? ¿Tu sueño es llegar lejos en tu carrera profesional y tienes 37? No te obsesiones y pon en práctica estos cuatro sencillos pasos. Que estos pasos sean sencillos no significa el proceso de toma de decisión lo sea, ojo, pero sí es verdad que ayudan a establecer ciertos pilares sobre los que sentirse más cómodos y menos presionados.

No dejes que pensamientos obsoletos como que "es de personas egoístas no querer ser padre o madre" influyan en la toma de decisiones vitales. Se trata de eso, de tu vida, y en ella las decisiones tienes que tomarlas tú al margen de prejuicios de unos pocos.

*Psicóloga y Terapeuta

http://anaortizpsicologa.blogspot.com.es