El margen de maniobra con el que cuente Víctor Moreno para afrontar el reto de confeccionar una plantilla ambiciosa en verano pasará por el tope salarial que fije LaLiga, calculado en función de variables como los ingresos por entradas, abonados, patrocinadores, televisión y traspasos. Es esta última faceta la que reportará un salto de calidad mayor. La mitad de la operación Bryan Acosta, en torno a un millón de euros, quedará ingresada en enero de 2020. A esto habrá que añadir los beneficios por la salida de Jorge, que es una realidad a falta de confirmación oficial por parte de los clubes.

De hecho, el central tinerfeño pasó reconocimiento médico en un centro hospitalario de Santa Cruz con el Valencia, club en el que militará las próximas cinco temporadas. En el acuerdo se recoge, según informó ayer Cope Valencia, una cantidad fija y otra repartida en variables. Así, el club insular ingresaría dos millones de euros al contado y otros dos en función de determinados logros que vaya alcanzando el futbolista en su nuevo equipo.

En las oficinas del Heliodoro se entiende que llegar a los tres millones es bastante factible, aunque los condicionantes puestos para escalar hasta los cuatro resulten algo más complejos. En esta tesitura, se valora la operación Jorge como "la mejor posible" en función de la situación contractual que exhibía el tinerfeño: con la próxima temporada como la última de su contrato y sin tener la intención de ampliarlo.

La marcha de Jorge, que se comprometió a seguir vistiendo de blanquiazul hasta el mes de junio, supondrá una inyección económica que permita al Tenerife estar en el "top cinco" de topes salariales de la categoría de plata, por debajo de los tres recién descendidos pero casi encabezando la lista del resto de participantes en la Liga 123. Este empuje habilitará a Víctor Moreno para emprender incorporaciones que den un salto de calidad y reforzará su posición para impedir que otros valores (Luis Milla por ejemplo) salgan con facilidad de la entidad blanquiazul.

La factoría de Sesé Rivero da sus frutos

Desde que en la temporada 13/14 se produjera la explosión de Ayoze Pérez, el Tenerife ha ingresado más de 8 millones de euros por la salida de jugadores de su cantera. Por el ahora jugador del Newcastle se percibieron los 2 millones de su cláusula de rescisión. Al verano siguiente se marchó Nano a la SD Eibar a cambio de 3,2 millones. En 2017, Cristo González abandonó el club para firmar por el Real Madrid Castilla a cambio de 850.000 euros (además de variables). En cuanto sea oficial, se podrán sumar a esta diáspora de canteranos el central Jorge Sáenz y los 2 millones que recibirá como punto de partida el Tenerife. La cantera blanquiazul, juzgada más por los resultados de su filial y su Juvenil A, ha aportado cosas más importantes al club, poniendo en valor la labor de Sesé Rivero y su equipo.