El encaje canario en los presupuestos generales del Estado debería ser reconocido como una ley fundamental que nos ampare como canarios ante nuestras especiales singularidades, que ya están ampliamente recogidas en el ordenamiento europeo y recientemente incrementada su garantía jurídica mediante la aprobación del nuevo Estatuto de Autonomía y la actualización del REF, que eliminan de la relación Canarias-Estado la parcialidad en favor de los derechos de los canarios a la equidad nacional.

Canarias es leal al Estado, pero no con una incuestionable fidelidad o afección, entregada más allá de la cohesión social y apartada del futuro de un país con derechos a doble velocidad y deberes unificados.

Los objetivos de Canarias deben encajar en los presupuestos generales del Estado como un guante, al igual que en la Constitución, y así correspondemos mediante la política de estabilidad presupuestaria gestionada desde las Islas apoyando al Estado en el cumplimiento de las demandas de control de déficit público de la Comisión Europea.

Es hora de crecer de manera sostenible, así como del progreso de las familias que no se le puede hurtar a los canarios en términos de renta per cápita y con políticas de divergencia social.

Canarias no debe parar hasta conseguir el reequilibrio autonómico en fondos, ayudas, inversiones y singularidades.

Se trata de cumplir con una consecución histórica de demandas, recogidas finalmente en el Estatuto de Autonomía, que ayude a la inversión de los fondos propios de REF a recuperar la ilusión de unas Islas que necesitan -que quieren- llevar el progreso a su hogar y disfrutarlo.

*Vicepresidente del Consorcio de la Zona Especial Canaria