Sin que se conozcan datos del resto de municipios de la Isla, lo que parece evidente es que la capital se enfrenta desde hace algunos meses a un grave problema social, que tiene que ver con las personas que viven en la calle.

En este caso no se trata de vecinos que, por determinadas circunstancias, hayan perdido su hogar, sino que son personas que proceden de un recurso estatal que, a la vista de los resultados, no resuelve el problema.

Según datos recabados por este periódico, desde el 24 de abril de 2018 hasta el día 31 de enero de 2019, los distintos servicios del Ayuntamiento de la capital contabilizaron un total de 203 personas extranjeras en la calle, de las que 46 fueron atendidas en solo diez días del pasado mes.

Se trata de jóvenes, en su mayoría marroquíes -también hay guineanos y rusos-, que han salido del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Hoya Fría, donde son enviados tras llegar a España de manera irregular y que abandonan una vez superado el plazo legal establecido.

"El problema que se presenta es que no tienen las necesidades básicas cubiertas, se encuentran en la calle, carecen de pasaporte y no se puede comenzar ni un itinerario de empadronamiento ni la gestión de asistencia sanitaria", recalcan fuentes consultadas.

Cabe recordar que en Canarias solo está operativo el centro de internamiento de la capital tinerfeña, después de que el Gobierno de España procediera a cerrar los de Gran Canaria y Fuerteventura. Según datos no oficiales, en el CIE de Hoya Fría conviven alrededor de 160 personas.

Las mismas fuentes señalan que todos los casos que hay en situación de calle en Santa Cruz han sido identificados previamente por alguno de los servicios internos del Centro Municipal de Acogida (albergue) y, esporádicamente, han hecho uso de ellos. Además, las unidades móviles de acercamiento (UMA) realizan rondas periódicas para detectar, identificar y llevar a cabo procesos de intervención con estas personas.

No obstante, también señalan que "ante tal avalancha" los recursos son escasos para dar respuesta a estas necesidades. "No se dispone de la capacidad ni los medios para atender la demanda. Además, hay lentitud en las respuestas técnicas por parte de los recursos de la red", subrayan.

En esta línea, las mismas fuentes recalcan que estas personas "están en un limbo", en una situación administrativa irregular, sin ser repatriadas, pero, además, sin poder acceder al mercado laboral, formación, prestaciones económicas, etc.

Del mismo modo, hacen hincapié en las "dificultades en el desarrollo de los procesos de intervención con estas personas por las barreras idiomáticas, características culturales, cuestiones religiosas o la edad", entre otras.

En todo caso, aseveran que "existe una insuficiente sensibilidad y habilidades de determinados recursos, servicios y profesionales para atender a este colectivo", que en el caso de Santa Cruz está generando algunas situaciones poco deseadas, con intervenciones policiales como la que se produjo este viernes en la plaza de España ante una reyerta entre dos varones marroquíes, ambos procedentes del CIE de Hoya Fría.