Francisco Mercado, el periodista que destapó en 2009 el caso del espionaje político en el PP de Madrid, ha asegurado en el juicio que los supuestos ''espías'' estaban "bajo la ley del silencio" del "Gobierno de Aguirre", que se escudaba en que eran "contravigilancias" legales. "Si lo hubieran explicado, hoy no habría juicio", ha aseverado.

En enero de 2009, el diario ''El País'' comenzó a publicar los partes manuscritos de seguimientos que corroboraban la existencia de vigilancias a los políticos del PP Alfredo Prada y Manuel Cobo. Mercado recibió los partes por correo de manera anónima.

Sin querer desvelar sus fuentes, el periodista ha relatado que dio veracidad a las notas de seguimiento después de someter los escritos a pruebas caligráficas. Además, ha indicado que consultó varias fuentes.

Una de ellas, en alusión a la mujer del exdirector de Seguridad y acusado Sergio Gamón, le contó que su esposo "daba cuenta" a Ignacio González de seguimientos y que se había perdido el control de algunos dirigentes políticos.

"Eso era espionaje puro. Cenas, horas, direcciones, cambios de rumbo... ", ha recalcado indicando a pregunta de los abogados que los acusados nunca quisieron hablar con él para conocer su versión.

Sobre las vigilancias, ha detallado que había dos grupos: por un lado, uno conformado por policías y, por otro, otro integrado por guardias civiles. Cada uno reportaba a su consejero: González o Francisco Granados. Ambos niegan que ordenaran nada o que conocieran los hechos objeto del procedimiento.

"Altos cargos de la Consejería les dijeron que tenían que aguantar. Los guardias civiles lo hicieron siguiendo órdenes. Ellos no estaban a gusto. No tuve duda de que lo hicieron. Se quejaban de que les obligaban a hacer esto", ha subrayado.

Tras ello, ha insistido en que en aquella época imperaba "la ley del silencio" del Gobierno de Aguirre, que se limitaba a señalar que esas "contravigilancias" eran "legales", algo de lo que se ha mostrado en contra.

"Si lo hubieran explicado, hoy no habría juicio", ha dicho. "Pudo haber malversación --de caudales públicos--, pero yo me centré en saber por qué estos señores estaban ahí", ha agregado el periodista.