La subasta de los quioscos de ayer dejó menos dinero que la de 2018, aunque se han adjudicado algunos puestos más que entonces. Es el balance del acto que se celebró ayer en el recinto ferial, en el que Fiestas recaudó 137.000 euros (la edición anterior fueron 161.000) con la asignación de 43 quioscos, dos más que el año pasado.

Entre las causas del descenso de la recaudación, las dos churrerías que se ofertaron quedaron desiertas (cada una salía por 13.000 euros) y no existió puja en los mesones, como el año pasado, sino que se adjudicaron por el precio de salida. En 2018, el de la plaza de La Candelaria partió de 17.584 euros y se cerró en 29.894.

Fiestas ofertó 58 puestos y 13 quedaron desiertos. La organización reserva otros 27 quioscos para firmas comerciales y patrocinadoras, previo pago. Tras la subasta, este año no se instalarán churrerías foráneas, actividad que queda reservada a los negocios locales.

De las pocas pujas que se vieron ayer, el puesto 57, que se instalará en la confluencia de Valentín Sanz con plaza del Chicharro: un autobar para la venta de perritos y hamburguesas que salió a subasta por 3.284 euros y acabó adjudicándose por 7.882. También destacó la puja del nº 5, para la venta de turrones, dulces y derivados, también en el entorno de del Chicharro. Precio de salida: 656 euros; adjudicado por 3.354 euros. Vista la subasta de ayer, los perritos calientes están más de moda que los churros. ¿Influencia del Carnaval de Día?