Solo habían acabado de entonar su pasacalle, que puso hasta los cimientos del recinto ferial en pie, y eran primero de Interpretación indiscutible.

Fue un "déjà vu". Hasta Primi tenía el disfraz del año pasado cuando comenzó su primera letra. Los componentes estaban enfundados en su albornoz. Era la final de 2018, cuando no pasaron, el año de su 35 aniversario. Y eso que el director exigió el VAR, para pedir la repetición a ver si lograban rascar la puntuación para pasar a la final. El tema se vino arriba cuando recordaron la sensación que vivieron cuando desde la tele escucharon los aplausos a ritmo de su pasacalle "No me preguntes por la Gladis del jurado, ni la rubia del jurado que escribía provocando". Bambones subió al cielo; o bajó a los ángeles, cuando agradeció el homenaje que le hicieron las murgas. Y explican lo que se siente cuando reciben palos, y lanzan una retahíla, llena de sarcasmo. Y luego, otro rajazo a corazón abierto a la concejala de Fiestas, llamándola "manipuladora". De la quema no se libraron los periodistas, a los que también cuestionan que ocultan información de la organización y se ceban con las murgas. Y luego dicen que los comunicadores saben que Gladis de León no soporta al director de la gala, y nadie se atreve a decirlo: "Yo soy libre y tú obedeces al que paga". Y volvieron a cargar contra su musa de 2019, Gladis de León, con despecho incluso: "Me importa un hue... lo que tú me hagas", para decir que "yo seguiré aquí mañana y a ti de darán la patada". Por momentos, una lamento bien cantada.

Arrancaron su segundo, en el que jugaron con los ruidos y la jerga para hilvanar la letra. Recordaron que uno se levanta y sale a la calle y lo primero que escucha es la campana del tranvía, o la sirena de la policía. Tras esa presentación, hicieron sonar un cencerro y dijeron que a ellos les recordaba al alcalde de La Laguna. Ya más previsible, cuando simulan la pita de los coches locos, para referirse a las colas. El tema hace un alto cuando se refieren al rodaje de Rambo, y se recupera en el aplauso que brindan a los vecinos de Añaza, frente al silencio que dicen que se hace en la comisión cuando ven a las murgas. En un tono más comercial, incorporan el eco, con el golpe en la referencia a los canariones. A partir de ahí el tema se hace cuesta arriba cuando hablan de la plaza de España o el incendio en la Candelaria. Una letra para escuchar, pero en fase. De más a menos.