Las obras para culminar el encauzamiento del barranco de Las Huertas avanzan a buen ritmo, después de que, a finales del año pasado, se desbloqueara la situación que impedía continuar con ellas.

Los trabajos que lleva a cabo la empresa Desurcic desde finales de octubre de 2018 -y que supervisa el Consejo Insular de Aguas- avanzan a buen ritmo, según pudo comprobar ayer este periódico, y se centran ahora en una de las paredes laterales de la canalización y en la parte más cercana al campo de fútbol de San Andrés.

Varios operarios continuaban este viernes levantando el muro de piedra que permanecía a medio hacer desde hace varios años, mientras que una pala mecánica realizaba labores de desescombro en la parte alta del barranco.

En semanas anteriores ya se había ejecutado un pequeño muro de hormigón en el espacio libre que existe entre las paredes del barranco y la casa de Francisco Albendín, el vecino del Valle de Las Huertas que ha litigado durante años para evitar que se urbanizara la zona. De hecho, los tribunales le han dado la razón en varias ocasiones.

Precisamente, esta obra que se hace ahora es parte de la actuación necesaria para que los ciudadanos puedan acceder con seguridad a la instalación deportiva, a la que, desde hace más de dos años, solo se puede llegar a pie y en unas condiciones poco fiables, después de que las fuertes lluvias del año 2014 destrozaran las pasarelas peatonales improvisadas que se habían instalado para cruzar el barranco.

La otra parte de la intervención le corresponderá al Ayuntamiento de Santa Cruz. Según fuentes del consultadas ayer, la actuación municipal se producirá una vez que acaben los trabajos que ejecuta Desurcic, aunque ya se trabaja en el proyecto. En concreto, al consistorio le corresponderá "adecentar" los accesos al campo del Club Deportivo San Andrés.

Ayer, el consejero insular de Aguas, Manuel Martínez, recordó que el compromiso del Cabildo con los ciudadanos es que se hiciera la obra que está ejecutando Desurcic. "Con ella conseguimos que un acceso seguro tanto a personas como a vehículos a la instalación deportiva en caso de que se produzcan precipitaciones", añadió Martínez, quien subrayó que "todo esto es posible gracias a la labor que hemos realizado en el Consejo Insular de Aguas".

Cabe recordar que Martínez había advertido en julio del año pasado a Desurcic de que si no comenzaba las obras iniciaría el procedimiento de ejecución subsidiaria para ejecutarlas. Finalmente, no fue necesario dar ese paso, pues la compañía comunicó que reiniciaría los trabajos tras pedir una ampliación de la autorización.

"Si no lo hace la empresa, y por los trámites administrativos se le anulara la autorización, lo ejecutaríamos nosotros con cargo a la compañía", dijo, en ese momento, el consejero insular de Aguas.

Es más, sostuvo que aunque el vecino que había denunciado no permitiera el acceso al tramo donde se deben ejecutar los trabajos, el cauce es público. "La obra sería más complicada, pero se podría trabajar desde dentro del cauce. Tal vez habría que buscar una solución técnica distinta, pero creo que se podría finalizar, desde la parte pública, el barranco", remarcó.

Francisco Albendín, sin embargo, siempre defendió que no solo no se opondría a ello, sino que, además, eran los más beneficiados de que llevase a cabo la intervención.