Los rayos de sol que a media mañana de ayer se abrían paso en Las Chumberas después de una noche de lluvia quizá sean una buena metáfora del presente de esta urbanización, en la que el acuerdo alcanzado el viernes entre las administraciones canarias (el Ayuntamiento de La Laguna, el Cabildo de Tenerife y el Gobierno de Canarias) con el Ministerio de Fomento ha renovado la ilusión de los vecinos.

El Día estuvo este sábado en el barrio y pudo comprobar que el sentimiento era mayoritariamente de esperanza. "Se sigue manteniendo la garantía de los realojos, las inspecciones, los apuntalamientos y los alquileres, y se ha incorporado otra actuación más: la demolición, que conlleva que se apruebe el expediente de expropiación", recordó el presidente de la comisión de afectados por la aluminosis, RicardoGonzález. "El problema mío es que siempre soy muy positivo; sé que esto se va a hacer y que tiene solución", apuntó al ser preguntado por sus sensaciones.

Concretamente, las tres instituciones del Archipiélago y el Estado alcanzaron un pacto que supondrá un acuerdo transaccional, vía real decreto. Eso fue el viernes por la mañana, mientras que, por la tarde, el alcalde de La Laguna, José Alberto Díaz, y el presidente del Cabildo, Carlos Alonso, se desplazaron hasta el barrio para dar cuenta del paso que se había conseguido.

"Según el acuerdo que hubo en Madrid, creo que esto ya es definitivo". Así lo ve Roberto Medina, residente en el bloque 31, y que también opinó que la asamblea vecinal le pareció "muy satisfactoria". "Creo que ya vamos en el camino final; estamos en la recta, no tenemos que coger más curvas en esta lucha en la que llevamos ya tantos años", señaló.

Para ser exactos, las demandas de esta zona se remontan a hace una década, debido a que el problema se detectó por primera vez en 2009 en uno de los bloques de esta urbanización, construida a finales de la década de los 60 del siglo pasado. A partir de entonces comenzó una tramitación administrativa que se ha extendido hasta la actualidad y por la que han tenido que esperar 560 familias.

"Le doy gracias a Dios y también agradezco el trabajo que han hecho las autoridades, como el Gobierno canario y el ayuntamiento, que se ha volcado siempre con nosotros, y de verdad que, por una vez, vemos la luz". Esa otra lectura de la situación es la de Mari Carmen Martínez, también vecina de este barrio lagunero. "Vemos algo positivo, verdadero, por lo cual hemos luchado diez años, que ya van para once", prosiguió, antes de rememorar que "mucha gente" ha fallecido con la ilusión de ver su nueva vivienda edificada. Además, destacó la "fuerza" que ha tenido el barrio en sus reivindicaciones y para "no desfallecer". Su esperanza, y probablemente la de gran parte del barrio, es que esta vez sea la definitiva.

Roberto

Medina

Ricardo

González

Mari Carmen Martínez