La ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, criticó ayer que Canarias haya "alterado" de forma unilateral el calendario vacunal único al incorporar la vacuna contra el meningococo B y ha calificado la decisión de "estrictamente política". Por su parte, la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias afirmó a este periódico que no entraría a valorar estas declaraciones.

En declaraciones a los medios antes de presidir una reunión con representantes de las comunidades autónomas, la ministra recordó que hace apenas cuatro meses el Gobierno central y las autonomías acordaron, en colaboración con las sociedades científicas, un calendario vacunal común para todo el país. Por esta razón consideró que Canarias debería haber planteado su decisión ante la Comisión de Vacunas del SNS "por respeto institucional".

"No debe ser una decisión política, debe ser una decisión del impacto epidemiológico que tiene la incorporación de las vacunas", subrayó Carcedo, quien lamentó la situación. Por su parte, el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría se congratuló por la noticia y aseguró que se están dando "pasos en la buena dirección". En este sentido también se manifestó Luis Ortigosa, presidente de la Sociedad Canaria de Pediatría, que aseguró que "todos los pasos que se den a favor de la vacunación son excelentes".

La decisión de la Consejería ha venido motivada por varias razones, entre la que destaca la tasa de pobreza que existe en las Islas. Actualmente, el 40,2% de la población en canaria se encuentra en riesgo de exclusión social o pobreza, lo que también imposibilita el acceso a esta vacuna. Como explicó Amos García Rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunología, es justamente la parte más empobrecida de la población la que presenta mayor riesgo de contraer la meningitis tipo B. También valoró el Servicio Canario de la Salud que, aunque es una patología de baja incidencia -apenas se han registrado dos casos en lo que va de año en Canarias- "su evolución es imprevisible". Además, es mortal en un 10% de los casos y sus supervivientes tienen riesgo de entre el 20 y el 30% de padecer algún tipo de secuela permanente.

Carcedo concluyó afirmando que "un éxito de país es haber logrado un calendario único de vacunaciones a lo largo de la vida" y advirtió de que cualquier modificación del mismo "requiere al menos una consideración, un análisis del pacto epidemiológico".