El Papa ha pedido ante los participantes de la cumbre anti-pederastia reunidos por primera vez en el Vaticano "que se escuche grito de los pequeños que piden justicia".

"El Pueblo de Dios nos mira y espera no simples y obvias condenas sino medidas concretas", ha considerado en una breve alocución.

Asimismo, ha instado a los presentes, entre los que estaba el presidente de la Conferencia Episcopal española, Ricardo Blázquez, a discutir con sinceridad: "Discutamos juntos, de forma sincera y profunda cómo afrontar este mal que aflige a la Iglesia y a la humanidad".

Finamente ha pedido que el Espíritu Santo le ayude a "transformar este mal en una oportunidad de responsabilidad y purificación". Y ha concluido: "Que la Virgen nos ayude a intentar curar las graves heridas que el escándalo de la pedofilia ha causado en pequeños y en creyentes".