El Consejo Municipal de Patrimonio Histórico acordó ayer promover la recuperación y ampliación de la antigua batería de San Francisco, un espacio situado a la altura de la avenida La Constitución, frente al Intercambiador, en lo que hoy en día se considera zona portuaria.

Se trata del primer paso, no vinculante, para que el recordado entre los vecinos de Cabo Llanos como Castillo Blanco (a modo de pareja del Castillo Negro o de San Juan) o de Regla sea restaurado si así lo decide el ayuntamiento con el apoyo de la administración insular y regional y Puertos al tratarse de un Bien de Interés Cultural (BIC).

La ampliación de los trabajos arqueológicos en la batería de San Francisco podrían tener un coste cercano a los 100.000 euros, según aseguraron ayer distintas fuentes consultadas, lo que da buena cuenta de la apuesta decidida de la corporación por la recuperación de la infraestructura militar, dado el estado de conservación que se le presupone.

En este caso, el pasado 12 de noviembre la empresa de trabajos arqueológicos Patrimonia Arqueológica inició los primeros sondeos para conocer el estado en el que se encuentra la batería. Y los primeros resultados han determinado que la antigua instalación militar se encuentra en un "estado de conservación óptimo", a pesar de quedar abandonada durante décadas en esta zona del antiguo lazareto, en el ámbito de la ermita de Regla, y después de ser literalmente enterrada a principios de los años 80 con la urbanización de la parte baja de Cabo Llanos y sus nuevas infraestructuras.

Con el resultado de las primeras prospecciones iniciadas en noviembre, el Consejo Municipal de Patrimonio Histórico, un foro de expertos de ámbito local, insular y regional, se reunió ayer por primera vez desde su constitución en sesión extraordinaria para hacer partícipes a sus integrantes de los resultados de los trabajos iniciales.

Sobre ello, Patrimonia Arqueológica da cuenta, entre otras cuestiones, de la aparición de una antigua cámara de guarda de armamento, un pozo comunicado pero que estaba tapiado que debe corresponder a una de las tres baterías con las que contaba la instalación. Esta identificación hace suponer a los arqueólogos de la existencia de otras dos cámaras igualmente selladas.

Dentro del informe se señala que los trabajos realizados en las plataformas en donde se encajaban las piezas de artillería tienen un estado de preservación adecuado, en contra de lo que el equipo había determinado durante los trabajos de nivelación de la batería.

Además, en la reunión con los expertos e historiadores presentes en el consejo presidido por el alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, acompañado por la concejal de Patrimonio Histórico, Yolanda Moliné, el arqueólogo Artemi Alejandro dio cuenta de la posible existencia de otras cámaras asociadas al pasillo de servicio, así como del buen estado de las estancias a las que se tuvo acceso y el hormigón de los cuartos de guardia.

Es por ello por lo que el grupo que lidera el profesional considera que se trata de unos resultados "muy positivos" dada la magnitud de los descubrimientos, el grado de conservación, el valor histórico y la rareza de la instalación, su valor de conjunto con la batería del Bufadero (ámbito defensivo de la ciudad a finales del XIX) y las posibilidades futuras del yacimiento.

Sobre ello, la conclusión es que la batería de San Francisco "tiene la suficiente envergadura como para justificar un plan más ambicioso de intervención", indica el informe.

A la conclusión del primer consejo, José Manuel Bermúdez apuntó que las zonas subterráneas de la batería "están en mejores condiciones de las que esperábamos", por lo que la apuesta es "la rehabilitación del patrimonio histórico militar" e incorporarlo al catálogo de patrimonio histórico de la ciudad, como la plaza de los Patos, Casa Siliuto, Palacio de Carta, Casa Mascareño o el Templo Masónico, entre otras, en las que se están invirtiendo 25 millones.

Por su parte, la edil de Patrimonio Histórico, Yolanda Moliné, recordó que se trata de la primera reunión del Consejo como tal y "la relevancia de lo que se ha llevado, como es el avanzar en los sondeos que se han realizado en la batería de San Francisco y sus conclusiones finales".

Recordó que tras el resultado se abre la necesidad de realizar "unos trabajos mucho más ambiciosos" sobre una infraestructura que "ha sido enterrada por la propia evolución del crecimiento urbano de la ciudad", apuntó para concluir.