Vecinos de la manzana 21 del barrio de Añaza, dos bloques de viviendas situadas en la intersección de las calles Decano Consular Jesús Ramos González y Luis Braille, demandaron ayer la intervención del Gobierno de Canarias en la rehabilitación de los edificios, un total de 140 viviendas de protección oficial entregadas en el año 1989 que con el paso de los años se encuentran bastante degradadas.

Sobre ello, un grupo de residentes demandaron la necesidad de una intervención general en los dos bloques de viviendas, las denominadas azules y verdes, con 70 viviendas cada uno de ellos, y en las que "nunca han existido el mantenimiento".

El problema principal lo centran "en la aparición de aguas negras en distintas zonas de los edificios desde hace años y sobre todo en la zona de garajes, que están cerrados. También a la entrada de las casas verdes, en donde en el acceso al patio las paredes rezuman aguas fecales. Es otro detalle de las condiciones en las que vivimos".

También resaltan que los espacios comunes "están completamente deteriorados y llenos de porquería", dice uno de los denunciantes, y apunta el estado de las pocetas, en las que ya se dejan ver los hierros al aire. En los patios interiores algunas zonas literalmente se caen, como los frentes de las solanas, un conjunto de deficiencias que hace necesaria "la intervención de las administraciones". Por último, denuncian que varios portales no cuentan con luz, pues los vecinos no pagan... "Total, parece que a nadie le importa, solo a unos pocos que queremos vivir dignamente", resumen.

Fuentes del Gobierno canario, promotor de la urbanización, resaltaron que las viviendas ya son propiedad de los beneficiarios, con lo que queda limitada su intervención, dejando claro que las deficiencias existentes son producto de un mantenimiento que deberían asumir las comunidades de vecinos.