Es la pieza principal sobre la que Coalición Canaria va a edificar sus cimientos en el Congreso de los Diputados, el rostro que liderará los movimientos de la formación nacionalista de cara a las elecciones del 28 de abril. Ana Oramas (1959) transmite pasión política. A veces aprieta sus labios para frenar la sensación de rabia que le producen cuestiones que están enlazadas con las Islas. "A Canarias hay que defenderla todos los días", subraya en el arranque de una entrevista en la que habla de Pedro Sánchez, de sus continuos incumplimientos, de Fernando Clavijo, de los parlamentarios canarios "invisibles" en Madrid, de la cuota de popularidad que ha acumulado en un ciclo legislativo estéril, del error cometido hace dos semanas en un cara a cara con la ministra María Jesús Montero, responsable de la cartera de Hacienda, de sus disculpas públicas a los vecinos de las Tres Mil Viviendas de Sevilla, de la visita que en breve realizará al barrio hispalense. "Me equivoqué. Alguien con mi experiencia política no puede cometer ese fallo", reitera Oramas.

Planificar elecciones en periodos muy cortos de tiempo, en los que no se cumplen las legislaturas, ya es el pan nuestro de cada día... ¿Cómo se vive desde dentro esa "bucle" electoral?

Este país estaba bloqueado por un gobierno, que como le dijimos al señor Pedro Sánchez durante la moción de censura a Rajoy, no iba a poder gobernar. No lo pudo hacer por la sencilla razón de que la gobernabilidad de España no podía estar en manos de los diputados de Bildu, Esquerra, los independentistas o el PDeCAT. Este país hay que dirigirlo con aquellos que respetan la Constitución y el Estado de derecho. La legislatura de Pedro Sánchez estaba muerta; estaba secuestrada por los independentistas. Los ciudadanos son los que tienen que hablar en las urnas para descontaminar las posiciones extremas de algunos partidos políticos.

¿Está preparada para abordar este nuevo reto?

A Canarias hay que defenderla todos los días. Lamentablemente, este pueblo ha aprendido a lo largo de su historia que todo lo que se ha logrado hay que pelearlo día a día, porque en Madrid ni nos atienden ni nos entienden. Por eso sabemos que hay que defender a las Islas todos los días, a todas horas y en todos los despachos.

¿Y qué papel debe jugar CC en esta encrucijada política?

Hay que ir a votar para ver qué gobierno queremos y cuáles son las cuestiones que nos preocupan a los canarios, es decir, qué diputados queremos que representen a esta tierra en Madrid. La gente se olvida muchas veces que tenemos 15 representantes en el Congreso. Ante esa situación, le aseguro que no me produce ego ni emoción que se diga que soy la diputada canaria en Madrid, más bien me genera pena. Hay otras cuatro diputadas canarias en las filas del PSOE, el PP o Podemos.

¿Con qué asocia esa falta de protagonismo de los diputados canarios en el Congreso?

Hay un servilismo a unas siglas nacionales, por supuesto, pero eso no significa que no haya que mover ni un músculo por Canarias. Para mí resulta muy triste que al final de tres años un ciudadano no sepa quién ha velado por sus intereses en Madrid. Si hay un ciclo político en España en el que se ha visualizado perfectamente la importancia de contar con un diputado nacionalista que solo tenga obediencia canaria, ese es este.

A pesar de un par de alegrías buscadas durante muchos años, esta etapa ha estado marcada por los incumplimientos, ¿Cómo vivió esas "peleas" desde Madrid?

Creímos que aprobando el REF y el Estatuto de Autonomía se iban a solucionar problemas históricos, pero no fue a sí... Esos derechos, no los privilegios que han querido dar entender algunos con declaraciones partidistas para despreciar y humillar a esta tierra, tienen que estar anclados al marco constitucional. Pensábamos que eso era algo que ya nadie nos iba a quitar, pero un mes y medio más tarde el señor Pedro Sánchez y sus colaboradores, los de aquí y los de allí, nos volvieron a engañar. Eso es algo que ya pasó cuando el PP usó el rodillo político para silenciar cualquier voz disconforme.

El presidente Clavijo no dudó en decir que Pedro Sánchez lo había engañado, ¿usted también experimentó esa sensación?

Fernando Clavijo siempre ha tendido la mano a todos los gobiernos de España. Él heredó la labor de un ejecutivo nacional del Partido Popular que en los años de mayoría machacó todas las inversiones que eran beneficiosas para las Islas. A pesar de ese maltrato, se propuso retomar el diálogo con Madrid y lo consiguió. Los dos trabajamos en conjunto para eliminar el aislamiento al que nos sometió el PP. Cuando cayó Rajoy le ofreció su mano a Sánchez y él se comprometió en el único encuentro que se ha dado en ocho meses a sacar adelante los convenios de Canarias. ¡Llevamos unos cuantos meses esperando a que cumpla con todo lo que nos dijo! Sánchez no solo engañó a Fernando Clavijo, sino que se despreció a todos los canarios con la complicidad y el silencio del PSC. Los que se quedaron callados son los que ahora quieren engañar a los habitantes de este archipiélago con faltas promesas e insultos. Sánchez mintió a todos los canarios.

Víctor Torres y otros dirigentes socialistas canarios argumentan que este victimismo obedece a una estrategia electoral...

Pues lo tenían relativamente fácil. Si hubieran cumplido sus promesas no estaríamos hablando ahora de esto. Nos habrían fastidiado las elecciones, pero Canarias tendría lo que le pertenece. No queremos las migajas, queremos lo que nos toca por justicia... Ni más ni menos, lo justo.

El rifirrafe por el 75%, el convenio de carreteras, las ayudas a la infraestructuras hidráulicas, las partidas ausentes en los PGE... ¿Muchos enfrentamientos en tan poco tiempo?

Demasiados, pero ninguno lo iniciamos nosotros. Si el día en el que el ministro Ábalos anuncia que la compensación al transporte no iba a entrar en vigor hasta dentro de ocho meses yo no le contesto como le contesté y, además, Fernando Clavijo no muestra la posición de firmeza que mostró, ¿qué habría pasado? Sin un presidente valiente como Clavijo y una diputada en Madrid, el PSOE nos habría dejado vendidos... Y es que lo único que se les ocurrió a Chano Franquis y a Ángel Víctor Torres es decir que fueran corriendo a las agencias de viaje a sacar los billetes de agosto porque no se iba a modificar el descuento del 75%. Si Canarias no tiene un presidente nacionalista habrían dicho que los presupuestos eran buenísimos para las Islas. Perdón, eso fue lo que dijeron...

Ahondar en lo que ha sucedido en las últimas horas con la aprobación por decreto de un régimen fiscal para Baleares parecido al de Canarias es echar más leña al fuego, ¿no?

Sí que lo es... El presidente Clavijo ya ha dicho lo que tenía que decir sobre este tema. ¡Una más, suma y sigue!

¿Ha sido una legislatura estéril?

Cuando hablamos de un ciclo político perdido no solo hay que incluir los ocho meses que lleva en la presidencia Pedro Sánchez. Ahí tenemos que incluir los dos años que gobernó Mariano Rajoy en minoría. Creo que ha sido una legislatura histórica para Canarias, pero lamentable para España. La crisis de Cataluña ha monopolizado la actualidad y, sin duda, este país se ha enfrentado al peor instante de cohesión social desde el golpe de Estado del 23F.

¿Ese cheque en blanco a los gestores del procés era una bomba de relojería?

Los independentistas no van a renunciar ni a su referéndum ni a sacar a sus presos de las cárceles. Esa son sus prioridades. El PSOE se enteró hace dos semanas de algo que sabíamos el resto de los partidos que no desean la división de España. Cuando los socialistas descubrieron que los actores principales del procés les condicionaban los presupuestos sabían que solo había dos caminos: el indulto a los presos que están siendo juzgados en estos momentos o que la Abogacía del Estado y Fiscalía retirara los cargos contra ellos. Esa era una apuesta imposible.

¿Le preocupa que el debate electoral se concentre alrededor de lo que ocurre en Cataluña?

Claro que me preocupa, pero eso es algo que va a pasar sí o sí. Yo voy a estar en clave canaria, pero son los dos partidos constitucionalistas los que deben acercar posiciones para colocar a España por delante de los asuntos que no afectan a la mayoría de la ciudadanía. Pedro Sánchez fue el que rompió las relaciones con la oposición. Él no está dispuesto a dialogar por algo que no solo afecta a los catalanes, sino a la totalidad de los españoles. Me sorprende que en su libro de memorias (Manual de resistencia) escriba que tuvo un buen feeling con Rajoy, que nadie se olvide que fue el presidente al que insultó de manera sistemática y al que llamó corrupto.

Los ecos nacionalistas que llegan de Madrid son antagónicos; Nueva Canarias va por un lado y Coalición Canaria por otro. ¿Con esas posiciones tan distantes es complicado pensar en una confluencia?

En política nacional, hasta hace dos meses, CC y NC teníamos la misma posición. Mi relación con Pedro Quevedo durante tres años fue buena, pero en el momento en el que Nueva Canarias afirmó que los presupuestos presentados por Sánchez eran magníficos para las Islas, a pesar de que nos quitaran las ayudas adicionales del REF y el Estatuto de Autonomía, esa complicidad se quebró. Que un partido nacionalista ignore las ausencias que existen en esas cuentas en referencia a nuestra carta magna no es una buena noticia para los canarios. Eso es la muerte de un partido de espíritu nacionalista. Con Nueva Canarias no tenemos nada que hablar, su visión nacionalista no es la que defiende CC.

¿No sé si ha llegado a experimentar la soledad que en el pasado sintió el fallecido Luis Mardones en las Cortes?

Yo no he tenido esa sensación de soledad y le voy a explicar el motivo por el que no me sentido sola. Cuando no existían las redes sociales mis intervenciones no aparecían en los telediarios ni en las emisoras de radio. Era casi imposible que los canarios siguieran mis comparecencias semanales. Desde hace tres años las redes sociales se han convertido en un arma de destrucción masiva. Hoy tú no tienes que decir lo que haces, la gente lo visualiza al segundo. Mis posicionamientos en favor de Canarias nunca duran más de dos minutos, pero eso en Facebook, en Twitter o en WhatsApp genera ocho millones de visualizaciones. Yo no estoy sola, somos un equipo. No serviría de nada que yo estuviera en Madrid si no hubiera un gobierno nacionalista en Canarias, y tampoco sería demasiado útil tener un ejecutivo nacionalista en las Islas si no tuviéramos representación en el Congreso de los Diputados. Eso es algo que los canarios tienen que meterse en la cabeza. Sin un presidente que pone los desprecios por detrás de los asuntos que son vitales para los canarios estaríamos en una situación de mayor debilidad.

La pasada semana la portavoz del PSOE canario llamó "trileros políticos" a Fernando Clavijo y a José Manuel Baltar, ¿no le parece que utilizar esa terminología en una Cámara eleva los niveles de crispación de la ciudadanía?

Estamos viviendo un periodo de falta tolerancia, de crispación, de descalificación tanto en la política nacional como en los debates que se abren en los medios de comunicación. Todo eso se agrava a partir del instante en el que se convoca un proceso electoral. Existen políticos que solo persiguen un titular descalificatorio, aunque este sea mentira. En mi caso, yo tengo contrincantes políticos, no enemigos políticos...

Espera, pues, que la intensidad suba conforme nos adentremos en las campañas electorales, ¿no?

En la primera parte de una campaña electoral hay que rendir cuentas a los ciudadanos que depositaron su confianza en nosotros; qué es lo que hemos hecho con su voto en estos tres años. En la segunda debemos explicar a qué nos comprometemos durante los próximos años. Ese fue el guión que siguió el Debate del Estado de la Nacional: el presidente rindió cuentas y la oposición expresó sus críticas, que son legítimas, pero que se deben formular con respeto a los votantes, a la institución y a las personas a las que van dirigidas.

¿Cuáles son sus argumentos cuando empiece esta campaña?

Tenemos futuro y talento para salir adelante, solo necesitamos las herramientas adecuadas para hacerlo posible. Yo solo aseguro trabajar por Canarias.

Esta semana visitará las Tres Mil Viviendas

Las cuestiones sobre las Tres Mil Viviendas no sorprenden a la exalcaldesa de La Laguna. "Esperaba esa pregunta", advierte antes de realizar una primera valoración. "Me agrada que quiera hablar de ese tema... La gente que me conoce sabe que no quise decir lo que se interpretó, pero cuando unas declaraciones se prestan a malas interpretaciones o manipulaciones no queda otra que admitir el fallo. Me equivoqué. Alguien con mi experiencia política no puede cometer el error", cuenta sobre la respuesta que le dio a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, durante un cara a cara en las Cortes ("Vaya mitin, señora ministra, pero esto no son las Tres Mil Viviendas de Sevilla sino el Congreso de los Diputados"). "Yo no quise descalificar a ningún barrio sevillano, pero no tengo excusas", admite antes de desvelar que está en contacto con trabajadores sociales de Sevilla, con ONG, con colectivos de la zona que la van a acompañar durante una visita que hará esta semana. "Me di cuenta que había hecho daño y rectifiqué; fue un error grave que no me puedo permitir y que quiero convertir en una oportunidad", revela la nacionalista. Oramas no oculta el disgusto que le ha ocasionado una situación que se le fue de las manos. "Durante 12 años he sido muy respetuosa con mis rivales políticos, pero ahí perdí la templanza. Sí. La ministra mintió sobre Canarias y convirtió su sesión en un mitin político, pero no debí decir lo que dije. Aunque ella pierda los papeles, no la puedo acusar de lo mismo que hice yo... Cuando fui alcaldesa de La Laguna me deslomé para que los barrios donde las oportunidades para salir adelante son complicadas no crearan ningún tipo de estigmatización. Yo he visto de cerca las dificultades que tienen esas personas para hacer realidad sus sueños. Metí la pata. Soy la única culpable, pero en una sociedad en la que a los políticos les cuesta pedir perdón, yo no he parado de solicitarlo en los últimos días", dijo.