Tataranieta de la primera vedete del Moulin Rouge, Marlene Mourreau fue anoche uno de los quince miembros del jurado que eligieron a la reina. Ofrece esta entrevista antes de la gala. Llegó a España de la mano de Chicho Ibáñez Serrador, un referente para ella, que la fichó para El Semáforo, y también para el Carnaval chicharrero, cuando propuso llevar la gala a la plaza de toros. Su sueño: salir como vedete con traje de reina.

¿Conocía el Carnaval de Tenerife?

Llevo 25 años esperando este momento. Hace 25 años que llegué a España y es el tiempo que llevo esperando participar en el Carnaval de Tenerife porque he presentado otros de España y nunca me han llamado aquí y digo... van a esperar a que esté jubilada para llamarme (Se ríe). Gracias a la concejala, me invitaron; ya que no actúo, vengo como jurado y por lo menos lo veo de cerca.

¿Qué referencia tenía?

Siempre lo sigo porque el Carnaval de Tenerife es pluma, lentejuela, puesta en escena, un trabajo artístico maravilloso que siempre me ha gustado. ¿Para qué ir a Brasil si lo tenemos aquí?

¿Feliz de ser jurado?

Estoy muy feliz de ser jurado, con la responsabilidad de tener que elegir entre las diecinueve candidatas. Miraré con lupa todo el trabajo de chinos que han hecho. (La entrevista fue antes de la gala).

¿Qué valora: la joven o el traje?

Se valora el trabajo de equipo que hay alrededor de la chica. No solo valoro a la más guapa, sino la que mejor luce la fantasía, cómo la presenta, cómo se mueve, aunque no sea top model. No es un concurso de miss, ni de los ojos, o de belleza... Es un concurso del trabajo que hay alrededor. También es muy importante que el maquillaje esté en función del tocado, el vestuario... El maquillaje realza la fantasía de todo el personaje y es muy importante.

¿Vivirá el Carnaval en la calle?

Me quedo hasta el jueves (hoy). Ojalá pudiera vivirlo en la calle, aunque cuando salgo me para la gente para pedirme fotos.

¿Algún compañero le ha hablado del Carnaval de Tenerife?

Nada más llegar a España, de lo primero que me hablaron fue del Carnaval de Tenerife, es lo más famoso y del que mejor se habla. No había tenido la oportunidad de venir porque no me contrataban aquí y tenía compromiso en otros lugares. ¡Quién más sabe del espectáculo y de plumas que una vedete como yo! ¿Y de dónde vengo? Del país del espectáculo, no es Carnaval, pero hay similitud con el Moulin Rouge o el Lido.

¿Le hubiera gustado presentarse a reina del Carnaval?

¡Hombre! Podía haberme presentado en una época de mi vida, pero tenía que haber llegado antes a España (se ríe). Igual que he hecho concursos de miss, me hubiera gustado haber concursado en el Carnaval; hubiera sido espectacular.

¿Cómo definiría el Carnaval?

El Carnaval es una filosofía de la vida. Aquí viven por el Carnaval y la vida es un Carnaval, como lo es para mí. Tenía que haber venido a vivir a esta Isla, porque tiene la alegría de la vida, y del Carnaval, por sus colores, el trabajo, la preocupación por lo artístico.

¿Valora la artesanía del disfraz?

Me encantan las manualidades. Yo misma hago mi propio vestuario, y nadie lo sabe, aunque el vestido de anoche es un traje espectacular y cómodo de Emilio Salinas, porque vengo de invitada, no a actuar. Todo lo que hay en mi show lo diseño yo, y también la dirección artística, porque es un conjunto de cosas. La gente se piensa que una vedete es solo la que sale en pelota picada y no es así: hay que saber lucir el cuerpo, ponerlo en valor, igual que un Carnaval, no solo es la chica que sale en biquini, sino cómo lo pone en escena y lo hacemos gustar al público, con ritmo y color. Eso es el espectáculo.