Santiago Martín se convirtió en alcalde de Los Silos en 2003, con apenas 31 años de edad. Ha gobernado con cuatro mayorías absolutas consecutivas y, a falta de apenas tres meses para las próximas elecciones, con 47 años, acaba de anunciar que no optará a la reelección. Insiste en que su despedida es "un punto y aparte"; no descarta concurrir en alguna otra lista electoral en el futuro, y recalca que a su juicio "la Isla Baja es como otra isla menor dentro de Tenerife".

Cuando mira atrás y repasa estos 16 años en la Alcaldía, ¿se arrepiente de algo ?

No, absolutamente de nada. Ni en cuanto a gestión ni de forma personal. Me voy tranquilo. Con la conciencia y la sensación de haberlo dado todo. Soy un ser humano y habré cometido errores, pero no hay que darle muchas vueltas.

¿Cuál diría que ha sido su peor momento como alcalde?

El peor momento que he vivido al frente del ayuntamiento, como alcalde y como persona, fue la tragedia de la galería de Piedra de los Cochinos. Fue algo muy impactante y duro. Todo lo que pasó me marcó y marcó a mucha gente.

¿Y el mejor momento?

Cuando ves que esas cosas a las que te comprometiste van encajando y van teniendo salida. Cuando los proyectos se hacen realidad, sean edificios o iniciativas de empleo. O cuando ves que gente que lo ha pasado mal, respira.

En una ocasión dijo que para gobernar en la Isla Baja había que ser un mago, pero de los que hacen magia. ¿Lo sigue pensando?

Sí (risas), fue un titular muy llamativo ese. Y lo sigo pensando, sin lugar a dudas. Vivimos en una comarca especial, distinta, atractiva, pero a veces tenemos la sensación de que la Isla Baja es como otra isla menor dentro de Tenerife. Para llegar a Santa Cruz tardamos casi tres horas, no tenemos hospitales, no hay anillo insular... aquí todo es más difícil. Tengo compañeros de La Palma que cogen un avión y tardan menos en llegar a Santa Cruz que yo desde Los Silos en coche.

¿Una isla dentro de la isla?

Si lo analizas bien, todos los problemas de la Isla se concentran aquí. Los mayores afectados en cuestiones de movilidad, sanidad o carreteras vivimos aquí. Y no es que lo diga yo, es que hablas con los vecinos de la comarca y te dicen que no se sienten habitantes de primera en Tenerife.

¿No ve avances en la comarca?

Algo se ha avanzado, pero porque lo hemos batallado y reivindicado. Ha sido una cuestión de insistencia de los municipios de la comarca. Pero no somos tinerfeños de primera.

¿Por eso pierde población la Isla Baja?

Parece que la población tiende a estabilizarse ahora, y esperamos que la gente que se marchó regrese poco a poco. Pero no es fácil. Poco se dice del efecto económico brutal que tiene para un ayuntamiento como el nuestro una pérdida de 200 o 300 habitantes. Eso puede significar hasta 400.000 euros anuales menos. Si se pierden habitantes, se pierden recursos económicos.

En 2011 estuvo a punto de perder la mayoría absoluta, pero en 2015 recuperó apoyos. ¿Cómo cree que deja al PSOE ante el 26M?

Creo que dejo al PSOE en la mejor posición de los últimos cuatro mandatos. Es mi sensación. No hemos eliminado servicios, hemos conseguido el pabellón cubierto, el compromiso del auditorio, no hemos perdido la tradición agrícola ni la esencia de pueblo. Recuerdo que en 2004 declaré a El Día que mi sueño político era que Los Silos siguiera siendo un pueblo, que no perdiera esa esencia. 16 años después sigo pensando lo mismo y me siento satisfecho de que el panadero siga poniendo el pan en la puerta del vecino, y que el vecino salga, y el pan esté.

¿Es posible que forme parte de alguna candidatura del PSOE a otras instituciones?

Ahora mismo no pienso en eso. Solo digo que es un punto y aparte. No un punto final. Con 47 años no puedo decir que dejo la política. Es más, nunca la voy a dejar. Sí creo que es el momento de dar un paso a un lado. Siempre traté de rodearme del mejor grupo posible. Elegí a los mejores compañeros y en sus manos dejo el proyecto.

¿Apuesta por Inmaculada de León como su sucesora al frente de la candidatura del PSOE?

Inmaculada de León es mi primera teniente de alcalde y la número dos de mi candidatura. Sería estúpido decir que teniéndola ahí, no confío en ella. Ella tiene mi apoyo.