Enclavado en una de las calles señoriales de la Villa Histórica de Granadilla de Abona y en una antigua casa típica canaria de finales del siglo XIX está el Museo Etnográfico. Para poner en valor el conocimiento del patrimonio cultural de la localidad desde la época aborigen hasta la contemporánea, este inmueble será objeto este año de una reforma integral para convertirlo en un museo vivo, accesible e inclusivo creando una nueva oferta experiencial, atendiendo a las necesidades de visitantes y residentes.

El Ayuntamiento de Granadilla de Abona y la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias promueven esta actuación, de una inversión próxima a 200.000 euros que financiará el Ejecutivo autonómico. El alcalde, José Domingo Regalado, explica que se trata de adaptar las instalaciones, actualizar los recursos con una exposición más interactiva y didáctica y disponer de un guion continuado sobre la historia del municipio, traducido a varios idiomas y con la integración de las nuevas tecnologías.

La actuación tendrá un enfoque argumental, plasmando todo el legado pretérito que repasará los hechos históricos desde la etapa aborigen, la conquista y el primer poblamiento hasta hoy. Además, se mostrarán las costumbres, actividades tradicionales de aprovechamiento del territorio, prácticas artesanas, el recuerdo de personajes ilustres nacidos o vinculados al municipio y los hechos acontecidos en su territorio, algunos de relevancia mundial, como cuando Fernando de Magallanes, en octubre de 1519 y acompañado por Juan Sebastián Elcano, fondeó en la emblemática Montaña Roja antes de emprender la Primera Vuelta al Mundo.

Fredi Oramas, concejal de Patrimonio, explica que se quiere ampliar la oferta museística y cultural, potenciar el interés por el conocimiento de la historia y las raíces de Granadilla de Abona e informar cronológicamente de las etapas históricas, hitos relevantes y usos del territorio.

El proyecto museológico contempla, en la primera planta, zonas de bienvenida y sobre la Granadilla prehispánica, el mundo funerario aborigen, la conquista y la aculturación, la arquitectura rural tradicional, la artesanía tradicional (seda, alfarería y otras actividades) y la historia y el patrimonio cultural. En el patio interior habrá un rincón experiencial con el telescopio de Piazzi Smith, dedicándose la planta alta a los granadilleros ilustres, a las fiestas tradicionales y a la astronomía. Este último abordará el hito de Guajara en la astronomía mundial y los personajes de Piazzi Smyth, con su observatorio de Guajara en 1856, y de Jean Mascart en 1910.

Entre las herramientas tecnológicas que se emplearán figuran las proyecciones y paneles audiovisuales con los que se dará la bienvenida al visitante, elementos inmersivos que acercan el patrimonio de forma amena a través de pantallas táctiles, de forma que sea el usuario quien pueda ir descubriendo y conociendo la historia local. Se utilizarán códigos QR que permitirán ampliar la información del usuario en la pantalla del móvil. La realidad virtual estará presente, ofreciendo posibilidades y un sinfín de oportunidades, como visitas virtuales a espacios no abiertos al público.

Uno de los bloques del Museo estará centrado en el rico patrimonio arquitectónico con que cuenta la Villa: la calle Arquitecto Marrero Regalado, Santa Lucía (el núcleo fundacional), las iglesias de San Antonio de Pasuda (BIC) y San Luis Obispo y el Convento Franciscano (BIC), el antiguo Secadero de Tabaco (BIC) y Las Vegas, núcleo primigenio de Granadilla, entre otros lugares e inmuebles.

En el patio interior se recreará el célebre telescopio utilizado por Sir Charles Piazzy Smyth durante sus observaciones en el Alto de Guajara (1856). La idea es ofrecer una experiencia interactiva donde el usuario pueda ''creerse'' Piazzy Smyth y, a través de un visor lateral, mirar y observar una imagen del cielo estrellado.

Sir Charles Piazzi Smyth (1819-1900), astrónomo real de Escocia conocido por sus innovaciones en astronomía, se embarcó en 1856 en lo que sería la primera observación astronómica a gran altura, convirtiendo al Pico de Guajara en el primer observatorio astronómico de alta montaña del mundo. Piazzi salió de Edimburgo a bordo del Titania y llegó 113 días después a Tenerife, con el fin de demostrar las teorías de Isaac Newton, por lo que llevó a cabo mediciones astronómicas a distintas alturas. Además de comprobar las ventajas de instalar observatorios en alta montaña, Piazzi creó lo que se convertiría en una joya literaria que trasciende a la astronomía: An Astronomer''s experiment: or Specialities of a Residence above the clouds, donde a modo de diario cuenta todas sus experiencias vividas en la Isla. Hoy, parte de su legado permanece en Granadilla de Abona, conservándose restos de incalculable valor sobre su expedición a Guajara.