Arrugas en las manos y canas en el cabello dejan ver el paso de los años por las personas. Años de trabajo, sacrificio e historia en cada una de ellas y, hasta en algunos casos, verdaderos ejemplos de superación, valentía y coraje escondidos en una vida que, como es natural, va llegando a su fin.

Más del 21% de la población de La Gomera son personas mayores de 65 años, muchos de ellos dependientes al padecer enfermedades crónicas o al necesitar ayuda para una rutina tan básica como ducharse o vestirse. Por la compleja orografía de la Isla, y por la necesidad de atender a todos ellos de igual manera, se hace indispensable, necesario y vital un centro sociosanitario en La Gomera pues, aunque el Cabildo Insular disponga de centros de mayores, no son suficientes para abarcar toda la atención necesaria a todos los que la requieren ni cuenta con las infraestructuras específicas para ello.

Son muchas familias y mayores gomeros los que deben acudir a centros de Tenerife, encontrándose lejos de su Isla y su núcleo familiar y comenzando una vida casi de cero, pues no conocen a nadie, no es su gente y no son personas con las que ha convivido o crecido. Algunos mayores lo toman como una nueva oportunidad para entablar nuevas amistades, mientras que otros, echan de menos su entorno y el poder recordar viejos tiempos en La Gomera, pues sus paisanos o personas que hayan vivido de la Isla, no se encuentran cerca.

El pasado viernes, se procedió a la inauguración del acceso al Centro Sociosanitario de La Gomera y a la colocación de la primera piedra. Un acto lleno de emotividad que se reflejaba en los cientos de mayores que se dieron cita en el futuro centro y, ansiosos, deseaban que se construyera, y se pusiera en marcha, lo antes posible.

El presidente del Cabildo Insular de La Gomera, Casimiro Curbelo, destacó entonces la importancia del futuro centro para la isla. "La Gomera cuenta con una pirámide invertida, dado que más del 21% de la población es mayor de 65 años y, gran parte de ella, son personas dependientes que necesitan una atención integral y cuyas necesidades se incrementan paulatinamente, por lo que este edificio dará cobertura a ello", afirmó.

Curbelo, reconoció que esta es la infraestructura de la que se siente más orgulloso durante su etapa como dirigente insular. "Ver construido este centro sociosanitario me dará la tranquilidad de saber que los gomeros no se encontrarán desatendidos y no tendrán que separarse de sus familias, desplazándose a otras islas, como está ocurriendo en la realidad. Podrán envejecer en la Isla que les vio nacer", añadió.

Las instalaciones del centro darán atención a un total de 185 personas, de las que 35 plazas se destinarán a un centro de día y otras 150 a estancia residencial. Las habitaciones, con amplias franjas de luz solar con vista a jardines interiores o al exterior, estarán ubicadas en dos plantas y serán tanto de uso individual como compartido.

El edificio, además contará con servicios de comedor, cocina, salas de estar, baños geriátricos, áreas de atención médica, salas de terapias rehabilitadoras, zonas de paseo y estancia en el exterior, espacios polivalentes o servicios de lavandería. Todo ello con un control de enfermería en cada planta que garantizará la seguridad y la atención a los usuarios del centro.

Francisco Mesa, presidente de la Asociación de Mayores de Valle Gran Rey, coincide con el resto de mayores en lo necesaria que es la construcción de este centro para la Isla. "Cada vez somos más personas mayores y tenemos menos natalidad, por lo que necesitamos atención médica y cuidados", manifestó.

Mesa espera que, cuando le toque, pueda contar con la atención de sus hijos, no obstante, es consciente de que "por desgracia, algunos mayores no tienen a su familia cerca, bien porque viven en otra Isla o bien porque estén en otro país, y no tienen quien les ayude cuando lo precisan, así que el centro es más que necesario, sobre todo para ellos".

De hecho, Mesa es una de las personas que padecen la falta de un centro de estas características en La Gomera: "Mi madre, de 97 años, se encuentra en un centro en Puerto de La Cruz y, aunque está perfectamente atendida, echa en falta el calor de la familia y que podamos estar con ella cada vez que queramos, pero no puede ser porque estamos en La Gomera. Es una lástima que no lo pueda sentir solo por no tener ninguna infraestructura apropiada en la Isla". Francisco confió en que el centro cumpla también la función de punto de encuentro: "Es muy bonito compartir la vejez con personas que conoces de siempre, con los que puedes recordar momentos como cuando ibas a hacer un trueque o a trabajar, y que estos recuerdos sirvan para poder hacer un balance positivo de todos los años de tu vida".