El Iberostar Tenerife se aferra al Santiago Martín, después de caer derrotado (69-57) en el partido de ida de los octavos de final de la Basketball Champions League frente al Promitheas Patras. Los helenos dominaron de principio a fin el partido que llegaron a ir ganando hasta por 17 puntos antes del descanso (44-27). De este modo, los canaristas pierden su primer partido a domicilio desde que lo hicieron el 11 de octubre de 2017 ante el Ventspils.

Al final, y tal como transcurrió el choque, la renta de 12 puntos, que debe remontar el conjunto aurinegro el próximo miércoles (19:30), se puede interpretar como un mal menor después de ver los guarismos en los que se manejó el Promitheas desde el perímetro -promedió un 42,3%-. El Canarias se vio obligado a utilizar su plan B; el de un juego interior.

El Promitheas Patras apretó bien en defensa y no permitió que su rival tirara a canasta con facilidad. Eso le llevó a empezar a dominar el marcador desde los primeros instantes y logrando ventajas de hasta seis puntos en el primer cuarto. No obstante, fue en el segundo cuando controló mucho más el choque. Ese acierto que tenían desde el exterior les llevó a subir su nivel defensivo, impidiendo los lanzamientos cómodos de los aurinegros.

Esta situación hizo que el cuadro tinerfeño jugara mucho más vertical y que buscara más su juego interior. Colton Iverson asumió su rol y logró anotar bien de dentro. Sin embargo, el problema estaba en defensa, donde los griegos seguían mandando con Meier como principal valor -se fue al descanso con 19 puntos en su haber-.

El decorado no cambiaría y el Promitheas Patras logró irse de 16 puntos (41-25) tras un parcial de 11-0. Al mentado Meier se le unieron Gkikas y Ellis.

Txus Vidorreta agotó casi todo el tiempo de descanso en el vestuario con sus jugadores. Mucho había que cambiar si no quería verse desahuciado desde la ida.

El tercer cuarto empezó con un combinado insular algo más centrado en su juego defensivo. Eso, unido a un parcial de 0-6 situaba el marcador en un interesante 47-37. Fue solo un espejismo; los griegos volvieron a la carga y no estaban dispuestos a entregar el partido tan fácil.

Por su parte, Vidorreta intentaba sorprender a su rival con cambios defensivos y con ayudas atrás, pero no era la solución y el Promitheas seguía con su ventaja que volvió a subir hasta los 16 puntos (55-39).

Definitivamente y por si quedaban dudas, no era día de fortuna para el Iberostar Tenerife. No tuvo suerte en los lanzamientos y, además, se vio lastrado por numerosas pérdidas de balón, sobre todo en momentos decisivos de la contienda.

Sería Davin White quien tomaría el liderazgo de su equipo en los últimos diez minutos, en busca de intentar que el rival no tomara excesiva diferencia. Al final, doce puntos que dejan la eliminatoria muy abierta, aunque con un equipo tinerfeño que deberá ofrecer una cara muy diferente en el duelo en el Santiago Martín.

El Iberostar se encomienda a su casa, aquella que vivirá este domingo (18:30) el derbi canario.