David Torres González (La Laguna, 1946), puede presumir de ser el carnavalero con más primeros premios de Interpretación: ¡40! En abril de 1963 se incorpora a la disciplina de la rondalla Orfeón La Paz, de la mano de sus dos hermanos mayores. Primero, como miembros de la orquesta de cuerdas, para luego pasar a formar parte del coro como tenor. Salvo los años 1975 y 1976, cuando emigró a Venezuela, permaneció en el Orfeón La Paz desde 1963 (sus primeras Fiestas de Invierno fueron en 1964) hasta 2014, para a la siguiente edición salir con el eterno rival, la Unión Artística El Cabo.

Cuando se le pregunta cómo se lleva haber sido miembro de El Orfeón y en la actualidad con El Cabo (el Madrid-Barça de las rondallas), explica que "eso se lleva por lo que le gusta a uno cantar". "En una época estuve más de cincuenta y tantos años en El Orfeón y por ciertas circunstancias me fui y ahora estoy en El Cabo, y estoy feliz y contento. Y sigo luchando por El Orfeón", asegura. David sortea la pregunta de quién tenía que haber ganado este año el primero de Interpretación, si el Orfeón o El Cabo: "Ahí está el jurado".

Mirando atrás, recuerda sus inicios en las cuerdas del Orfeón, en 1963, bajo la dirección de Salvador Mínguez, que tenía el trío Chamorro. Aunque coincide en el apellido Torres con el del fundador de El Cabo, Faustino, desconoce que exista una relación familiar con él, aunque precisa que tal vez en generaciones pasadas todos tienen la misma raíz: Torres.

David recuerda su experiencia en las Fiestas de Invierno: "Yo corrí delante de la Chivata (la policía); nos refugiábamos o bien en el Círculo, en el Recreativo o en la Masa Coral Tinerfeña". Asegura que "el Carnaval fuerte" se celebraba en La Laguna, pero desconoce cómo se trasladó a Santa Cruz; "influye también la climatología".

David explica que en 1975 y 1976 se marchó a Venezuela; "Casualmente en 1975 El Orfeón sacó lo que hizo este año El Cabo, que se llevó todos los primeros premios; los solistas eran Santiago Reyes y Correa, que ganaron".

Recuerda que "con el Orfeón actuamos en el programa Fantástico, de Iñigo, y fuimos a Europalia en 1985, representando a España junto a la Gran Tinerfe y Joroperos, entre otros".

¿Qué ha cambiado para que las rondallas ya no sean el concurso referente? "En Venecia, es un Carnaval de máscara; en Cádiz, lo importante es la chirigota; en Alemania, son las fanfarrias. Aquí, desgraciadamente, por la cultura que tenemos de políticos de votos, las rondallas, que son una cosa única de aquí, las han devaluado a un cuarto o quinto puesto. Inconscientemente, pero da lástima, porque donde único hay rondallas es en Tenerife".

Mientras espera que El Cabo actúe en la calle de La Noria, David Torres explica que "nosotros tuvimos la década de los años sesenta y setenta; incluso fuimos a enseñarle a Las Palmas. Hubo un conato allá de rondallas, pero qué va, se deshicieron, porque no es fácil montar una rondalla".

Y amplía sus reproches: "Ahora, desde verano, tú coges el periódico El Día y ves murgas. Me parece muy bien, pero no se olviden que hay rondallas". "Las murgas no pueden representar el Carnaval de Tenerife en ningún lado, porque te cantan problemas de aquí; una murga de aquí va a cantar a Madrid y no lo entienden. No estoy desmereciendo a las murgas, pero hay que poner las cosas en su sitio".

Cuando se le pregunta por el mejor director que ha tenido, destaca a Luis Alberto Roque, "hoy por hoy está dirigiendo la Filarmónica de Bulgaria. Ese chico me enseñó a mí a respirar, a cantar, a saber mover el diafragma, vocalizar... en el Orfeón", para recordar que "Celso Albelo o Jorge de León han cantado conmigo".

Recuerda sus orígenes: barrio de Nuevo Obrero, hijo de un panadero y un ama de casa, y "mi oficio, restaurador de muebles antiguos. ¡Ah!, y calzo el 41 de zapatos", bromea David Torres.

Testigo de la época de oro, y director que ha hecho historia en el Carnaval, define a los maestros Manuel Hernández, Faustino Torres, José Darias, Aníbal Pérez, Pepito Pérez... "eso eran directores a un nivel; eran bellísimas personas. En la actualidad casi todos son mejores musicalmente; pero hay que combinar música y persona. Si eres un buen músico y eres antipático... es como quien tiene un catarro y se compra una lona", pone de ejemplo. Para sentenciar: "Hay que combinar ser persona y ser líder del grupo y saber llevar el grupo; hay que tener mucha mano izquierda porque así es la idiosincrasia para que funcione". Y por si hay duda, David recuerda que está en el Carnaval antes que la Peña del Lunes o los Rumberos. Toda una vida de Carnaval.

En el palmarés de David Torres, los primeros premios que logró con el Orfeón en los años 1966, 1968, 1971, 1973, 1974, 1977, 1978, 1979, 1980, 1981, 1982, 1983, 1987, 1988, 1989, 1993, 1994, 1995, 1996, 1997, 1998, 1999, 2000, 2001, 2002, 2003, 2004, 2005, 2006, 2007, 2008, 2009, 2010, 2011, 2012 y 2013. A estos se suman los cuatro primeros cosechados con El Cabo, en las ediciones 2015, 2017, 2018 y 2019.

En total, David Torres suma 71 premios, incluyendo los doce segundos de Interpretación con El Orfeón (1963, 1964, 1965, 1967-1975, 1984, 1985, 1986, 1990, 1991-1997 y 1998), otro segundo con El Cabo en la misma modalidad (2016), un tercero con El Orfeón (1992). Y en Presentación, dieciséis primeros con El Orfeón (1965, 1966, 1969, 1972, 1973, 1974, 1977, 1978, 1980, 1984, 1985, 1986, 1987, 1988, 1989 y 1998), más uno con El Cabo, en 2019. En la actualidad, combina su condición de componente de la rondalla que fundó Faustino Torres con su responsabilidad como presidente de la Asociación Antiguos Orfeonistas La Laguna.