El Cabildo de Tenerife, el Gobierno de Canarias y los ayuntamientos de Tacoronte, La Laguna y El Sauzal mantuvieron ayer una reunión de trabajo con el profesor de Zoología de la Universidad de Córdoba (UCO) y experto en termitas subterráneas Miguel Gaju Ricart para diseñar un plan de acción contra la plaga de termitas Reticulitermes flavipes que afecta a varios municipios de la Isla.

Gaju Ricart ha sido invitado por el Gobierno de Canarias como asesor experto en este tipo de insectos y en los mecanismos más efectivos para la detección y control de esta especie. Durante este período de trabajo colaborará en las tareas de seguimiento y asesoramiento, junto a la ULL.

Tras esta primera reunión, se mantendrá un nuevo encuentro la próxima semana con el resto de ayuntamientos de Tenerife para explicar la situación y los mecanismos a los que hay que recurrir para hacer un diagnóstico real del nivel de afección de esta plaga. El Sauzal, que no está afectado directamente por la plaga, acudió como "medida de prevención", según declaró el alcalde, Mariano Pérez (CC), a El Día.

Las administraciones implicadas ofrecerán material divulgativo para concienciar a la población del comportamiento de esta termita y de los procedimientos para detectar su presencia en las viviendas. También se acordó ofertar cursos formativos a los técnicos de las administraciones implicadas, especialmente a los del ámbito local, para que conozcan las técnicas de detección y seguimiento de estas termitas. Una vez finalizados estos pasos previos, se procederá a la redacción de pliegos que permitan la contratación de empresas especializadas en la detección, control y erradicación de la Reticulitermes flavipes.

Gaju participó en el año 2000 en el tratamiento para erradicar una plaga de termitas subterráneas en Palenciana, en Córdoba.

El jefe técnico nacional del Departamento de Termitas en Anticimex España, David Mora, explica en su web (www.expertoentermitas.org) que el tratamiento de Palenciana "ha sido el más importante realizado con el sistema de cebos en Europa (...) Marcó un precedente que sirvió de base para que otros cascos urbanos siguieran su camino".

Respecto a esa actuación, que costó 192.000 euros, David Mora detalla que "había 274 viviendas afectadas por tan solo seis termiteros estudiados. La zona de tratamiento fue de 60.000 metros cuadrados de los 195.000 del casco urbano. El mayor termitero comprendió una superficie de 2.500 metros cuadrados. De las 2.225 estaciones portacebos instaladas, más del 72% fueron activadas por las termitas. En marzo de 2001 se introdujo el cebo, del que las termitas ingirieron 98 kilos hasta septiembre, mes en el que cesó el consumo por la eliminación de la plaga".