Con el paso de los años, la igualdad entre mujeres y hombres se ha ido afianzando socialmente, sin embargo aún estamos muy lejos de alcanzar una igualdad real.

La presencia de mujeres en el ámbito laboral en puestos de responsabilidad sigue siendo escasa. También hay grandes diferencias en el ámbito político. Han sido necesarias medidas legislativas para incorporarlas a las instituciones representativas.

La Ley canaria de Igualdad no hace mención expresa al legislativo ni a los órganos de relevancia estatutaria. Tampoco existe previsión en sus leyes reguladoras. Ante este vacío legal, el Grupo Nacionalista Canario presentó una Proposición de Ley para modificar 6 leyes: la Ley canaria de Igualdad; la del Diputado del Común; la del Consejo Consultivo de Canarias; la de la Audiencia de Cuentas; la de Transparencia y de Acceso a la Información Pública, respecto al Comisionado o Comisionada de Transparencia y Acceso a la Información; y la del Consejo Económico y Social.

Con nuestra propuesta, además de garantizar el principio de representación equilibrada, se remueven algunos obstáculos para el acceso de las mujeres en condiciones de igualdad. Las mujeres se han incorporado más tarde a determinadas profesiones y puestos de responsabilidad. Aun estando plenamente preparadas y capacitadas, la mayoría no cuenta con los mismos años de recorrido profesional que los hombres.

Los límites para garantizar la independencia de las personas elegidas deben adecuarse al objetivo de garantizar la presencia de mujeres y hombres en las instituciones.

¿Cuántas mujeres ven interrumpidas sus carreras por la maternidad? Un hombre rara vez se queda en casa cuando tiene un hijo. ¿Cuántas mujeres preparadas y solventes son rechazadas en una selección de personal porque son mujeres y se elige a un hombre? ¿Cuántas parejas, si tienen que elegir entre los dos, relegan la promoción profesional y la carrera de la mujer? Lamentablemente son muchas y por ello, es más probable que sean menos mujeres que hombres las que puedan acumular años de experiencia profesional.

Aunque no nos guste. No podemos estar ajenos a esa realidad y en nuestro Grupo Parlamentario trabajamos para cambiarla. Nuestra propuesta pretende abrir el paso a todas esas mujeres valiosas.

Se trata de una proposición muy ambiciosa y audaz, innovadora respecto al conjunto del Estado y comunidades autónomas. Ni el Consejo de Estado, ni el Tribunal de Cuentas, ni el Defensor del Pueblo, ni ninguno de los órganos autonómicos homónimos, salvo algunos órganos de Valencia, tienen esta regulación tan avanzada.

Para lograr el equilibrio se propone que en los nombramientos se garantizará una composición equilibrada de mujeres y hombres, de modo que la proporción de unos y otros sea lo más cercana posible al equilibrio numérico y, en todo caso, que en el conjunto del órgano, las personas de cada sexo no superen el 60% ni sean inferior al 40% por ciento.

Hubiera sido magnifico haber alcanzado el consenso en este asunto. Sin embargo, tenemos que lamentar el cambio de posición de algunos grupos parlamentarios esta semana, después de que el pasado mes se consensuara la reforma del Reglamento de la Cámara incorporando el porcentaje que marca la ley orgánica de igualdad que fija las condiciones básicas. Entonces todos los grupos votaron a favor del 60/40, sin embargo se han desmarcado, a sabiendas que solo en las Cortes Generales se pueden cambiar esos porcentajes.

Hacen una lectura machista del 60/40. Como si esta fórmula no permitiera el 50/50. Claro que lo permite. Renuncian de antemano a que las mujeres ocupemos el 60%. Presuponen y dan por hecho que las mujeres estamos relegadas al 40%. Mandan un mensaje a la sociedad de que no es posible cambiar y aspirar a una mayor representación de mujeres.

Desde Coalición Canaria- PNC priorizamos el trabajo y la propuesta legislativa sin caer en gestos más o menos mediáticos, y sin convertir las políticas de igualdad en un arma arrojadiza y partidaria. Sabemos que su efectividad depende mucho de la implicación de todas las fuerzas políticas, de las instituciones y de toda la sociedad por eso siempre hemos defendido el consenso y la unidad en materia de igualdad y en la defensa de la mujer frente a las discriminaciones y la violencia machista.

Las instituciones deben ser un reflejo de la sociedad. Confiamos en que algún día no sean necesarias leyes, pero la realidad refleja que sólo con leyes se ha conseguido avanzar en la feminización de la política y en los órganos de toma de decisiones.

Nosotros seguiremos apoyando que la representación equilibrada entre hombres y mujeres no quede a expensas de negociaciones políticas, que no quede a expensas de gestos más o menos voluntaristas sino que quede fijada y definida en una norma de rango legal vinculante para todos en el futuro.

No queremos da ningún paso atrás que nos lastre nuestro futuro.

*Diputada del Grupo Nacionalista en el Parlamento de Canarias