Mañana tendrá lugar en Puerto del Rosario un homenaje a una docena de jefes de policías locales que se jubilan en el presente año. El presidente de la Federación de asociaciones de mandos de estos cuerpos (Feajepolcan), Pedro Gordillo, explica que la labor de los agentes municipales ha sufrido un cambio muy importante en las últimas tres o cuatro décadas en el Archipiélago.

Gordillo opina que los actuales funcionarios de los cuerpos locales tienen una mayor preparación profesional y unos conocimientos que no había cuando se empezaba en estos puestos a finales de los 70 o comienzos de los 80.

Sin embargo, para Gordillo, "muchos policías locales han perdido nuestra identidad, nuestra idiosincrasia, como es ayudar y colaborar con el ciudadano, así como ser agentes de proximidad, preventivos y proactivos".

Y, fundamentalmente, reclama esa forma de trabajar en los municipios donde no hay grandes concentraciones de población.

Explica que resulta inevitable redactar diligencias y asumir funciones de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, "a quienes tenemos que suplir nosotros, a pesar de que no tenemos ni personal ni medios suficientes".

Pero defiende que es "imprescindible saber de dónde venimos, aplicar la cercanía con los vecinos y hacer de mediadores ante cualquier conflicto".

Recuerda que "antes la denuncia casi no existía, ya que se buscaba el arreglo por la vía del diálogo y del consejo".

Gordillo evoca que, en épocas pasadas, "los policías locales conocían a muchos vecinos por sus nombres y sabían de qué pata cojeaba cada uno". Reconoce que así era en los pueblos y que "no es lo mismo trabajar en ciudades".

Apuesta por que los nuevos agentes "se ajusten a la realidad" de su municipio. Por experiencia, manifiesta que, si el policía es cercano con los ciudadanos, después estos confían en el agente a la hora de esclarecer un delito.