Los 19 alumnos y alumnas de cuarto de primaria del CEIP Aguamansa, en La Orotava, han montado una compañía de ópera. Durante todo el curso asumen roles como escritores, escenógrafas, compositores, caracterizadoras, regidores, iluminadores, intérpretes, relaciones públicas o directores, con el objetivo de crear desde cero una ópera original, que tendrán que estrenar en junio y que les permitirá integrar, en torno a ese objetivo común, buena parte del currículo académico. Estos niños y niñas de entre 9 y 10 años de edad son los únicos de Canarias que participan en el proyecto LÓVA (La Ópera, un Vehículo de Aprendizaje), una iniciativa educativa que surgió en los años 70 en Estados Unidos y que desde 2006 ha beneficiado a más de 10.000 alumnos y docentes de 15 comunidades autónomas españolas. La ópera es la excusa perfecta y el aula se rinde al espectáculo de aprender.

El coordinador nacional del proyecto LÓVA en España, Pedro Sarmiento, ha visitado esta semana el CEIP Aguamansa y ayer destacó que "la ópera es la excusa perfecta, pues agrupa a todas las disciplinas, y en el ámbito educativo permite trabajar competencias de todo tipo".

"Durante todo un curso escolar, estas clases convertidas en compañías de ópera son espacios llenos de posibilidades. Donde se desarrolla un trabajo en equipo súper complejo, que dura un curso entero y que tiene una parte divertida y emocionante, pero siempre acompañada de un enorme esfuerzo y de muchísimos aprendizajes", recalca.

Para Pedro Sarmiento, el CEIP Aguamansa es "un faro de LÓVA, que ha integrado este proyecto en su currículo para aprender cosas de la vida y cosas de la escuela. Un ejemplo que demuestra que es posible ofrecer una educación más emocionante y motivadora, que permita descubrir muchas más capacidades de las niñas y los niños".

El tutor responsable de que LÓVA haya llegado a Canarias es Jonay Aguilar de León. Un docente que buscaba nuevas motivaciones como maestro y se encontró con LÓVA. Se formó en Madrid y descubrió "una fórmula ideal que aporta diferentes estrategias para fomentar el trabajo en grupo, la expresión oral y escrita, la autonomía o la integración real de alumnos con diferentes capacidades y características".

"Todos se sienten partícipes y parte importante de un objetivo común, que nos permite, además, abordar otros muchos contenidos del currículo del curso, que se entrelazan con el proyecto, desde las matemáticas hasta la lengua, las ciencias sociales, la educación emocional y para la creatividad, la plástica... Se trata de relacionar todo con la creación de la ópera, con acciones como, por ejemplo, vincular la toma de medidas al diseño de un escenario o los problemas matemáticos a otras cuestiones relacionadas con el montaje", detalla.

Las familias también han colaborado explicando sus diferentes profesiones y, en algunos casos, con talleres como el de electricidad, que sirvió para crear algunos de los focos para el montaje.

La iniciativa también ha contado desde principio de curso con el respaldo de Ópera de Tenerife, que ha enviado a profesionales al centro para explicar a los alumnos en qué consisten las tareas de un regidor o un escenógrafo.

Miguel Gil, que también viajó a la Isla para conocer la experiencia en Aguamansa, fue uno de los primero docentes que en 2007 puso en marcha el proyecto LÓVA en Madrid. Por su experiencia, primero con estudiantes y ahora con población reclusa, esta iniciativa transforma: "No es algo meramente artístico, sino un proyecto educativo integral".