La plaza del Centro Cultural del casco de Guía de Isora celebró ayer la quema de El Lucas, tradición que data de 1793, cuando surgió para denunciar la doble moral del polémico párroco José Ferrera.

Días atrás, los jóvenes de los espacios culturales de Tejina, Alcalá, Playa San Juan, Chío, Guía de Isora y Vera de Erques hicieron sus propuestas, que se sometieron a una votación en internet, siendo elegida la de Tejina.

El historiador José María Mesa Martín asegura que El Lucas es un muñeco de trapo que representa la figura de José Ferrera, párroco que se instaló en Guía de Isora en 1762 y que emprendió una lucha para evitar la conducta inmoral que, en su opinión, tenía la sociedad isorana del momento, especialmente durante los carnavales.

Mesa asegura en su artículo Guía de Isora, de sus Carnestolendas al Lucas: el romance del Lego de San Francisco que el fraile José Ferrera ejercía una doble moral, por lo que los isoranos decidieron quemar una figura de trapo y paja, al que inicialmente se denominó "Fray Cuca". La tradición sorteó la prohibición de 1940, cuando el Ministerio de la Gobernación prohibía el Carnaval. En 2009 dejó de realizarse debido a la crisis para recuperarse en 2016 de la mano de grupo de jóvenes, con el apoyo del ayuntamiento y empresas de Guía de Isora.