El exgobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez ha asegurado este lunes en la Audiencia Nacional que los problemas que se vislumbraron en Bankia en 2012 no fueron sólo consecuencia de la "segunda recesión" sino que además "se hizo algo mal, pero cuatro o cinco años antes, durante la alegría de la burbuja inmobiliaria".

Según ha relatado en calidad de testigo a la sección cuarta de la sala de lo Penal, la salida a Bolsa de la entidad no tuvo "nada que ver" con la caída del valor de los activos, sino que se esta debió "a las malas inversiones, a la mala gestión y a la falta de profesionalización".

A preguntas de las acusaciones, Fernández Ordóñez ha reconocido que el "cambio de liderazgo" con la marcha de Bankia de Rodrigo Rato "generó una desconfianza importante en los mercados", y el Banco de España pensaba que hubiera sido mejor "un cambio más suave".

Asimismo, ha dicho que en ningún momento fue convocado a las reuniones entre el entonces ministro de Economía, Luis de Guindos, con el banco y sus tres principales competidores -BBVA, CaixaBank y Santander- de las que "se enteró después".

El exgobernador ha lamentado que tenía la sensación "muy desagradable" de que no se contaba con el organismo, pero que aún así había que colaborar.

Sobre el encuentro en el que Rato aseguró que el expresidente de BBVA, Francisco González, le invitó a que abandonara Bankia, ha negado conocer detalle alguno, si bien ha añadido que le consta que "no quería dimitir, incluso discutía cuando se le decía que delegara en un consejero ejecutivo".

De ahí que cuando Rato anuncia su dimisión en mayo de 2012, "no sé si le fuerzan o es que le convencieron".

Después de seis horas de declaración, la sala ha suspendido la sesión hasta mañana, jornada en la que intervendrá De Guindos por videoconferencia desde Fráncfort, sede del Banco Central Europeo (BCE), del que es actual vicepresidente.