"Nos dieron un bloque arreglado, pero no fue lo que esperábamos". Así resumen los residentes del Bloque 24 de la calle Río Genil, en La Salud, la situación que se ha producido apenas seis meses después de que culminara la rehabilitación de los inmuebles, a través de un programa ARRU.

Según explican los afectados, y así lo han hecho constar por escrito en el ayuntamiento, la instalación del riego por goteo en los jardines que hay en la fachada del bloque ha provocado la aparición de humedades, primero en la pared frontal del edificio y, ahora, también en el interior de algunas viviendas y en la entrada de varios portales.

La marca de la humedad en la pared principal del bloque de casas es visible desde la calle y en algunas zonas supera ya el metro de altura. Los vecinos señalan que la penetración del agua hacia el interior de las casas de la primera planta se produce porque cuando se ejecutaron los trabajos no se impermeabilizaron ni los jardines ni la fachada.

"Es una pena que tras el gasto de dinero público que se hizo aquí, ahora se produzca este daño en las viviendas por culpa del agua", apuntó una de las afectadas.

También se ha producido una afección similar en el muro del jardín de la parte trasera del bloque, que se está "descascarando" por los efectos de la humedad, aunque en este caso no afecta a las viviendas.

Los vecinos reconocen que el edificio tenía muchas carencias antes de la reforma, pero los jardines nunca fueron un problema pues carecían de riego programado.

Algunos de los residentes han optado por "cortar por lo sano" y han colocado bridas en las mangueras del riego, y, además, han levantado las lonas de plástico verde instaladas por el consistorio para que se mantuviera la humedad en los jardines. "Mejor esto que las casas se nos llenen de humedades", recalcan.

Para evitar el problema, los vecinos consultados reclaman la eliminación de los jardines y que se destine la parte que ocupan a acera. De esta forma se podría suprimir la existente y ganar así espacio en una calle estrecha en la que cuesta que pasen dos coches.

Precisamente, otra demanda vecinal tiene que ver con la instalación de una valla de protección en el muro de la parte contraria de la vía, que da a los jardines del bloque inferior. "Es un peligro. Cualquier día puede caerse alguien por aquí", apuntan.

Sobre el primer asunto, el concejal de Servicios Públicos, Dámaso Arteaga, reconoció que el ARRU no incluyó la impermeabilización de los jardines, "un tema que Viviendas Municipales debió haber valorado".

También indicó que cabe la opción, de persistir el problema, de poner otro tipo de especies vegetales, y dejó abierta la posibilidad de que se "analice y valore" la opción de suprimir los jardines, tal y como plantean los vecinos. "Hay que acreditar mucho el daño a las viviendas. Si se acredita, se actuará", sostuvo. "Pero, sobre el terreno, los técnicos no eran partidarios de eliminar zonas verdes", advirtió Arteaga.

Respecto al vallado del muro, el concejal de Servicios Públicos detalló que los coches aparcan en esta parte de la vía. "Si se pone la valla no abre la puerta, así que no es tan sencilla la colocación. Además, hay que pedir informe a Tráfico para que nos diga si es viable o no", añadió.

Dámaso Arteaga

CONCEJAL DE SERVICIOS PúBLICOS