Un Campeonato que hace justicia a la resiliencia, dentro y fuera del combate de ayer en el Recinto Ferial. A la segunda fue la vencida para el púgil tinerfeño, Caco Barreto, que se proclamó campeón de España de peso gallo al derrotar, por K.O. técnico, al grancanario Nano Santana.

La intensidad impuesta por Nano Santana se dejó notar desde el principio; Caco Barreto venía en sobreaviso y en base a ello intentó montar una buena defensa y utilizar su estilismo para frenar al grancanario. Quizá, el tinerfeño no lograba desquitarse de la presión que suponía enfrentarse a una nueva posibilidad de hacerse con el Campeonato Nacional.

El púgil oriundo de Gran Canaria basaba cada uno de sus golpes en la rapidez de piernas con la que actuaba ante el local. El Gallito intentaba jugarse sus cartas llevando a Barreto a la esquina.

El millar de espectadores que ocupaban las butacas del Recinto Ferial, corearon el nombre de Caco y eso le ayudó a recuperarse. Al final del quinto asalto: la decisión de los jueces daba un nulo (38-38, 38-37 y 37-39). Tocaba rearmarse y aguantar en pos de que el contrincante decayera en el apartado físico.

El sexto asalto concluyó con el púgil tinerfeño algo mermado por sendos golpes curvos bien lanzados por Nano. En el séptimo, Caco, mientras recibía las acometidas del grancanario, intentó, sin fortuna, conectar dos ganchos.

El cara a cara estaba cayendo a favor de Nano Santana; así lo decretaban los jueces que daban, por decisión dividida, ganador al de la esquina azul (66-67, 67, 65,68).

En el noveno, empezó muy fuerte el púgil tinerfeño y se encontró con un rival mermado y menos veloz de piernas. Caco Barreto, envió a Nano Santana a la lona con sendos golpes curvos, pero no consiguió que se consumiera la cuenta. A los pocos segundos, el árbitro decretó K.O. técnico y el Nacional de peso gallo se quedó en Tenerife con una advertencia local: "Esto no quedará aquí".

Por su parte, el campeón de España de peso supermedio, Adán Silvera demostró sus galones ante el portugués Thiago Prata. El púgil de Star Gym volvió a reinar en feudo propio.

Tras los primeros jabs, el púgil capitalino tomó la iniciativa y lanzó los primeros crochets. El primer asalto transcurrió con máxima igualdad, pero con un cierto dominio del local. En el segundo, el púgil luso lanzó una contra que, inmediatamente, fue contragolpeada por Silvera; el tinerfeño conectó con la cara de Prata y el juez no llegó a desgranar la cuenta -alcanzó hasta el 6-.

Adán había dominado, pero en el tercer y cuarto asalto, una buena secuencia de directos lanzados por el portugués, lo desestabilizaron. Prata demostró haber estudiado todos los puntos fuertes del esquina roja. La pelea se igualaba.

En lo consiguiente, el campeón nacional supermedio se defendió bien y encontró en el ojo derecho de su oponente una diana con la que diezmarlo. Silvera, lejos de contemporizar en un combate que le era favorable, fue a ganarlo cuantos antes. Así con una contra, hizo que el árbitro decretara K.O. técnico.