En la taquilla cinematográfica brillaban John Travolta y Olivia Newton John (Grease), César Manrique exponía sus creaciones en Helsinki y en los periódicos ya se anunciaba la puesta a la venta de los impresos para realizar la declaración de la renta. Lo que más tarde fue el borrador. Esas son tres pinceladas de lo que se encontraron los lectores de El Día la mañana del 3 de abril de 1979, la jornada en la que se eligieron a los primeros alcaldes españoles de la democracia.

Los canarios no le dieron la espalda a la UCD de Adolfo Suárez, pero tampoco obviaron las primeras señales del "felipismo". ATI aún era una nebulosa, pero la base sobre la que se asentó lo que hoy es Coalición Canaria se empezó a fraguar en listas de ámbito nacional, especialmente, en las filas de una Unión de Centro Democrático que acabó diluida en el CDS.

Orígenes de la abstención

La falta de interés y, sobre todo, la desinformación fueron las dos razones más utilizadas por los ciudadanos que quisieron justificar su "no" visita a los colegios electorales.

-"¿Qué por quién voy a votar?, a mí me da igual, por el primero que trinque. Pa lo que van a hacer". Esa reacción apareció reflejada en las páginas de este periódico en una encuesta a pie de urna que deja bien claro que el problema de la abstención no es nuevo en las Islas. A las 17:00 horas del 3 de abril de hace 40 años, por ejemplo, solo había ejercido su derecho al voto en la provincia tinerfeña el 41% del censo electoral. En una de las informaciones que se anudaron en torno a la principal destacaba un teletipo de la agencia Efe en la que el director de la cárcel de Carabanchel (Madrid) aseguraba que ninguno de los mil reclusos había ejercido su derecho a votar. De vuelta a las Islas, en un primer análisis del recuento final cabe destacar las cifras que posibilitaron hasta 14 alcaldías a UCD -entre ellas figuraban las de Manuel Hermoso (Santa Cruz de Tenerife), Paulino Rivero (El Sauzal) y Lorenzo Dorta (Garachico)- frente a las ocho que ató el PSOE, entre las más destacadas las de municipios de San Cristóbal de La Laguna (Pedro González González), Güímar (Pedro Guerra Cabrera), Puerto de la Cruz (Francisco Javier Afonso) o Los Realejos (Santiago Luis García).

Alcaldes "presidentes"

Manuel Hermoso Rojas (Santa Cruz de Tenerife) y Paulino Rivero (El Sauzal) son los dos alcaldes democráticos canarios que llegaron a ser presidentes regionales. Otros dos ejemplos de alcaldes-presidentes no están asociados con las elecciones de abril de 1979 y se dieron desde dos extremos opuestos: Jerónimo Saavedra (PSOE) fue alcalde de Las Palmas de Gran Canaria tras agotar un ciclo en el ejecutivo canario y en varios ministerios, y Fernando Clavijo (CC) tomó el relevo de Paulino Rivero tras gobernar en Aguere.

Dos datos municipales de la primavera de hace 40 años destacan entre tanto baile de número, el arafero Domingo Calzadilla fue el único aspirante del Centro Democrático que alcanzó el bastón de mando en todo el Archipiélago y en la localidad palmera de El Paso se dio un hecho casi único: UCD se hizo con las trece actas de concejales que se disputaron en las urnas. En Los Llanos de Aridane también sumó una victoria holgada, pero se quedó lejos de un pleno histórico (El Paso). Las formaciones de perfil independiente fueron las más votadas en Barlovento y Breña Baja.

En la Isla Bonita los socialistas no ganaron en ningún municipio e incluso fueron superados con un margen considerable por el PCE de Santiago Carrillo en Santa Cruz de La Palma y en Tazacorte. En la que por aquel entonces aún era la Isla del Meridiano el equilibrio entre los candidatos de centro y socialistas fue absoluto. El pulso entre UCD y PSOE no se dio en los municipios tinerfeños de Fasnia, Granadilla, Icod de los Vinos, La Guancha -al igual que ocurrió en El Paso, los 13 primeros miembros de A.G.I. se llevaron todas las concejalías-, San Juan de la Rambla, El Rosario y La Victoria, donde tuvieron capacidad de mando las fuerzas independientes.

Provincia oriental

Unión de Centro Democrático se convirtió en la opción más votada en 11 de los 17 municipios de la provincia oriental. En Betancuria, al igual que ocurrió en El Paso, se llevó el cien por cien de los ediles del pleno. El PSOE no se apuntó ni un solo triunfo parcial y los partidos más pequeños e independientes lideraron los escrutinios en Agüimes (Coalición Roque Aguayro), Pájara (ASPC), San Bartolomé de Tirajana (Asociación de Vecinos), Santa Brígida (Agrupación de Electores Independientes), Teror (Asociación de Vecinos de Teror) y Valleseco (PPC).

Donde sí se materializó la hegemonía de UCD fue en las listas de los Cabildos. Y es que salvo el de Fuerteventura, que ganó Asamblea Majorera, el proyecto político que lideraba Adolfo Suárez salió victorioso en Tenerife, La Palma, La Gomera, El Hierro, Lanzarote y Gran Canaria. El 3 de abril de 1979 empezó a cambiar el mapa político del Archipiélago.