Elena Morales es doctora en Bellas Artes por la Universidad de La Laguna. Ha realizado múltiples colaboraciones en torno al arte y la comunicación. Desde 2014 dirige la editorial Escritura entre las Nubes. El año pasado, en el XIII Certamen de Relatos Breves Mujeres organizado por el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, obtuvo el Accésit como Mejor Autora Local por El ave que me llevó al chapare. Tras años combinando sus dos pasiones, el arte y la literatura, hace balance de las obras que han ido marcando su camino y cómo el hecho de ser mujer ha condicionado sus trabajos.

Para la escritora, conseguir el Accésit como Mejor Autora local supuso una "experiencia maravillosa" gracias a la que conoció a las otras premiadas. Con ellas, pudo compartir la entrevista que les realizó Berna González Harbour y "constatar los distintos modos de enfrentarse a una misma materia". La historia de ese cuento que le otorgó el premio está inspirada en un testimonio que la autora conoció de primera mano durante el verano de 2006. Trata de las vivencias de dos niñas bolivianas obligadas a trabajar durante largas horas. "Le prometí a la protagonista que su voz iba a ser escuchada". Es por eso que dedica el premio a todas las mujeres.

El Certamen de Relatos Breves intenta alzar la voz de las escritoras, algo de lo que Morales se alegra. No obstante, desea que "en algún momento este tipo de iniciativas no sean necesarias y que por fin la igualdad entre hombres y mujeres no sea una utopía", declara. Tal y como dice: "Hemos avanzado muchísimo en todos los campos, nuestra sociedad occidental está cambiando a un ritmo acelerado, pero queda mucho que hacer también en otras partes del mundo". Con esto, se refiere a actos como los matrimonios de niñas musulmanas o la ablación genital femenina, que siguen evidenciando el largo recorrido que queda por hacer en este sentido.

En su tesis doctoral, la autora se centró en un análisis comparativo entre las pinturas de Remedios Varo y los textos de Isabel Allende. En este trabajo, su objetivo fue especializarse en literatura una vez terminada la carrera de Bellas Artes y, tras ver una escena de La casa de los espíritus, de Isabel Allende, recordó un cuadro de Remedios Varo que había visto años atrás. "Ahí empezó todo", comenta. "Tiempo después, le escribí a Allende con mis hipótesis y le encantaron, esto me impulsó a seguir", continúa.

Con respecto a su actividad literaria, ha publicado varios relatos y la novela Malgache. Para ella, esta última obra sirvió para "entrelazar dos historias que quería contar". Por un lado, el tema universal de una ruptura sentimental desde un punto de vista traumático, que es la que vive el malgache, y por el otro, reivindicar un modo de enseñanza como era entonces el de la Escuela de Arte de Toulouse, un sistema "demoledor y con el que no estaba de acuerdo", detalla.

Sobre Escritura entre las Nubes explica el origen del nombre: "De pequeña mi padre me decía que estaba en las nubes. Era algo que no podía refutarle, pero quise convertirlo en algo positivo", cuenta con orgullo.

Tras conocer la noticia de la exposición homenaje a la Sala Conca organizada por el Ayuntamiento de Arona, galería en la que ella misma participó hace años, reconoce que esta es una etapa totalmente cerrada para ella puesto que todo su trabajo allí "quedó reflejado en su libro Los lenguajes de la Conca. Arte para el alma".

Entre algunas de sus actividades laborales, Morales también imparte cursos de escritura creativa. El consejo que intenta transmitir es "que sean auténticos, que lo que cuenten lo vivan de algún modo". Es muy importante "interiorizar el mensaje para que, al contarlo, sea verosímil", como cuando Flaubert contó el envenenamiento de Madame Bobary, ejemplifica la ensayista, y recuerda cómo el propio escritor sentía en primera persona los síntomas de la intoxicación. Y es que, al final, de eso se trata: de sentir lo que se cuenta.

Elena Morales

DIRECTORA DE LA EDITORIAL ESCRITURA ENTRE LAS NUBES