El Cabildo de Tenerife espera reabrir el barranco de Masca, cerrado desde el 26 de febrero de 2018, en agosto de este año, según anunció ayer el presidente insular, Carlos Alonso (CC). Los trabajos de mejora de la seguridad que se ejecutan en el sendero y la puesta en marcha de un sistema de control de acceso a la zona se demorarán al menos cuatro meses más, por lo que serán los nuevos gobiernos en el Cabildo y en Buenavista los encargados de inaugurar la nueva y regulada etapa de este emblemático barranco del Parque Rural de Teno.

La alcaldesa de Buenavista, Eva García (PSOE), ordenó el cierre del barranco después de que el temporal de finales de febrero de 2018 destrozara varios tramos del sendero, dañara el embarcadero y obligara a rescatar a ocho excursionistas.

Desde entonces, ayuntamiento y Cabildo han trabajado en una actuación con dos objetivos: mejorar la seguridad en el sendero y la zona de atraque de barcos, y acabar con el acceso sin control a un barranco que se ha cobrado la vida de varios excursionistas en las últimas décadas.

En septiembre de 2018, el Cabildo de Tenerife adjudicó a Tragsa la ejecución de las obras de adecuación de los senderos del barranco y la mejora de la seguridad por casi un millón de euros. Esos trabajos tenían un plazo de ejecución de seis meses, que se cumplió en marzo. Su finalización se retrasará al menos cinco meses.

Entre las mejoras en el barranco de Masca se incluye la instalación de un puesto permanente de Cruz Roja, que servirá para atender también a los vecinos del caserío; un servicio de vigilancia, y nuevos sistemas de mantenimiento.

Alonso defendió ayer la regulación del acceso a Masca, y puso como ejemplo la experiencia de la obligatoriedad de acceder en guagua a Punta de Teno, que se amplía a toda la semana, de 10:00 a 19:00 horas, a partir de este lunes: ?Se gana en seguridad, la experiencia para el visitante es más rica y tiene un impacto más positivo en la economía de la zona?.