El árbitro que «nos privó» del triunfo ante el Zaragoza cumple ¡600 partidos en ACB!

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«En cuanto al arbitraje, las pruebas demuestran que el árbitro español está considerado el de mayor nivel a nivel europeo», indicó Pérez Pizarro

ACB.COM.-

El 14 de octubre del año 2000, el Pazo Provincial dos Deportes de Lugo acogió el derbi gallego que enfrentó al entonces Breogán Universidade y al Ourense Baloncesto. Aquel partido, que acabó con triunfo visitante por la mínima (84-85), vivió el debut de Emilio Pérez Pizarro en la máxima categoría del baloncesto español.

Ahora, 18 temporadas después, el colegiado manchego arbitrará su partido 600 en la Liga Endesa y lo hará el próximo fin de semana, en el encuentro que enfrentará en San Sebastián a Delteco GBC y BAXI Manresa.

Pérez Pizarro reconoce que en los más de 18 años que lleva pitando en la élite han cambiado muchas cosas. “No tiene nada que ver el baloncesto que se juega ahora con el que se practicaba hace… ya vamos para 19 años. Y con respecto a mí, las ganas y la ilusión siguen intactas y eso me hace afrontar cada partido como si fuera el más importante”.

Sobre su debut, tiene claro que “ese primer partido no lo olvidas. Evidentemente tenía muchísimos nervios, aparte de una ilusión tremenda, pero sí es verdad que durante los primeros minutos todavía estaba situándome un poco en la pista. Lo viví con una ilusión grande, pero con muchísimos nervios”.

Aquella sensación de nervios y tensión, todavía la sigue sintiendo, pese a la experiencia que ha acumulado a lo largo de su extensa trayectoria. “El picorcillo en el estómago lo siento antes de cada partido. Es una sensación la que se produce que hace que esté en tensión”, explica Pérez Pizarro, aunque también señala que “ no es comparable al debut. Cuando debuté en ACB viví una situación de nervios, digamos, incontrolables, porque afrontas una cosa nueva, con ilusión, pero sin saber bien dónde estás situado y cómo debes hacer todas las cosas”.

El árbitro, de 43 años, afirma que “ni antes, ni durante ni después del partido piensas en que es el número 600. Es cierto que es una cifra importante, pero sólo es un número, no es nada más. Lo importante es el partido que tengo que arbitrar y ya está. El resto se queda en algo anecdótico, aunque cuando proceda y llegue su momento echaré la vista atrás y lo valoraré”.

“Ahora me doy cuenta de lo afortunado que soy, por poder disfrutar de una liga tan importante y maravillosa como la que tenemos y nada más. Lo que sí es verdad es que me hace pensar que la vida pasa rápido”, declara.

Pérez Pizarro incide en que “600 partidos es una cifra importante, pero lo que han hecho es aportarme una serie de situaciones y de experiencias para que pueda seguir trabajando en una línea buena para afrontar los partidos que toca dirigir. Aunque nunca se deja de aprender, pero es cierto que te aportan un grado de experiencia que te ayuda a desenvolverte mejor en situaciones conflictivas”.

Entre las muchas anécdotas que le han dejado todos sus años de carrera, recuerda una ocurrida en el primer amistoso en el que actuó, antes incluso de debutar en ACB. “Tengo muy buenos momentos, momentos también muy duros… Pero algo que siempre cuento es de cuando fui a arbitrar mi primer amistoso, que de los nervios que tenía salí sin el silbato en la boca. Comencé el partido y cuando fui a pitar, soplé literalmente. Fue producto de los típicos nervios de un debut y de la juventud”.

Internacional desde el año 2003, es voz autorizada cuando se trata de comparar el baloncesto y el arbitraje español con el del resto de Europa.

“A nivel de juego, la Liga Endesa es la mejor de Europa. Tenemos la suerte y el privilegio de poder trabajar en la mejor liga europea sin duda alguna”, sentencia. “Y en cuanto al arbitraje, las pruebas demuestran que el árbitro español está considerado el de mayor nivel a nivel europeo. Insisto en que ahí están las pruebas, ya que siempre solemos estar en las citas importantes del baloncesto europeo, por lo que eso también tiene que ver con el trabajo que se hace desde el departamento técnico de ACB y por supuesto, tiene muchísimo que ver el que afortunadamente estamos en la mejor liga de Europa”.

Se muestra sincero al señalar que no se marca ninguna meta y que no le queda ningún sueño por cumplir. Lo que sí considera es que “tanto a nivel profesional como en la vida, todo puede cambiar en un instante. Lo que hay que hacer es disfrutar el momento, prepararte y dar todo lo que puedas, porque lo que tienes hoy, mañana puede cambiar. Lo que está claro es que trabajaré cada día para estar siempre preparado para lo que venga”.

“Soy tan afortunado que estoy pudiendo disfrutar con muchísimas cosas que jamás hubiera pensado que llegarían cuando empecé mi carrera y la verdad es que voy día a día. No es por modestia, pero he tenido la fortuna de poder estar en muchas citas especiales”, concluye.