Cada jugadora de la selección española percibirá 60.000 euros por ganar el Eurobasket de Francia

Toda medalla tiene un precio. Es de todos sabido que la doctrina del método FEB se sostiene bajo los principios del todo vale por una medalla. Cada verano las selecciones tuteladas por Angel Palmi son candidatas a un éxito bien en mundiales o europeos de categorías de formación como a la vez en categorías absolutas. Hace unos quince días la selección femenina ganó el Eurobasket disputado en Francia mientras que el pasado domingo la selección femenina sub 20 ganó el Eurobasket de esa categoría disputado en Turquía. Exitos que sirven para justificar una doctrina, el ampararse del trabajo de los clubes en la formación y promoción de deportistas. Todo para más adelante rentabilizarlo a través de patrocinadores que llenen las arcas del Edificio de Bronce sin que los clubes reciban una compensación por su labor durante todo el año.

Los clubes la temporada pasada recibieron una subvención total por parte de la FEB de 300.000 euros, un recorte del 70% respecto al ejercicio 2011. Para este año 2013 los clubes recibirán una subvención con un aumento del 5%. Las Federaciones territoriales por otra parte recibieron del Edificio de Bronce una subvención de 1,1 millones de euros, un 30% de incremento respecto a 2012. Teniendo en cuenta que la FEB ingresa de los clubes una cifra que asciende a casi 2 millones de euros sin atender a la situación de asfixia de los afectados para poder cumplir con sus obligaciones para inscribirse a las competiciones tuteladas por el ente federativo. Un reflejo donde se contrasta la vulnerabilidad de quién forma a los deportistas y la opulencia de quién recurre a ellos para los éxitos deportivos que justifiquen un mandato, una política y sobre todo un modo de vida.

Todo jugador que acude a las selecciones españolas tiene asignada una dieta diaria por los días que estará convocado, bien para la preparación de los campeonatos como también para el desarrollo de los mismos. Desde categoría cadete a la categoría absoluta. Sólo en la selección senior masculina los ingresos son simbólicos, para el resto de categorías supone una cantidad de dinero sumamente importante. Más en la categoría senior femenina. Con la consecución del Eurobasket cada uno de los integrantes de la selección ingresará de la FEB una cifra que asciende a 60.000 euros entre dietas y primas. Una cifra que superaría los 900.000 euros en total contando jugadores y staff técnico. Los ayudantes del entrenador del cuerpo técnico cobrarán una cifra sensiblemente inferior. Se trata de una cantidad muy importante para jugadoras que en su mayoría superan a lo ingresado por los clubes de Liga Femenina esta temporada, sólo las que juegan en el extranjero cobran mucho más que lo recibido de la selección española.

Una medalla debe valorarse económicamente y no se puede discutir el merecimiento de una cantidad económica a cada uno de los integrantes. No es cuestión de atacar ni la ética ni la moral de unas jugadoras que han conseguido un éxito. Se trata de cuestionar la ética de la FEB a la hora de la destinación de unos fondos. La selección española femenina ingresará por ganar el Eurobasket el triple de lo que reciben los clubes de la federación, sólo 12 jugadoras pueden aspirar a una cantidad económica que compense un contrato como disfrutan el resto de compañeras de su competición. Sangrante será ver que Marta Fernández, una de las mejores jugadoras de la liga esta temporada no recibirá una prima que si ingresará Amaya Valdemoro habiendo jugado en Liga Femenina 2 en el Canoe.

La Federación Española de Baloncesto no es un club de selecciones sino una entidad que debe amparar, proteger y ayudar a afrontar y solucionar las problemáticas de quién realmente sustenta a las jugadoras que ganan esas medallas. Si existe dinero para una minoría selectiva que acumule minutos de share televisivo y pagínas escritas a la hora de recibir medallas, debe existir dinero para hacer que los clubes puedan regirse bajo principios de sostenibilidad. Mera cuestión de la cultura de un reparto económico más justo y equilibrado. Un reparto que no justifique que José Luis Sáez reciba de dieta diaria fuera de Sevilla una cifra que ascienda en función del territorio a 250 euros como si fuese un deportista al más alto nivel, un reparto que para justificarse se recurra a un apoyo al baloncesto femenino a golpe de talonario para beneficio de una minoría selectiva. Por eso los clubes de LEB Oro, inconscientemente, montaron una sublevación, porque la FEB no puede seguir con la política del todo vale por una medalla.

@elcapitaenciam