Lou Roe: «Siempre jugué con fuego y con pasión»

¿Alguien duda de que Lou Roe ha sido uno de los americanos más importantes y rentables de las dos últimas décadas en la ACB? Su profesionalidad e implicación en un buen número de equipos de la máxima categoría y también de la LEB ha acabado pesando más que el pésimo comienzo que tuvo entre nosotros, cuando fue sancionado por dar positivo en un control antidopaje por hachís.

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FOTO: El día de su presentación como jugador del Tenerife, junto al entrenador Iván Déniz y del consejero José Yumar
REPORTAJE EN «ESPACIO ENDESA» Y FIRMADO POR JAVIER ORTIZ

A Roe le trincaron estando en el Unicaja en 1998, en el análisis del partido de la jornada decimoséptima contra el Gran Canaria. Era su experiencia europea tras jugar muy poquito con Pistons y Warriors los dos años anteriores. En Málaga tampoco lo estaba haciendo muy allá (13,7 puntos y 5,6 rebotes) y el positivo fue justificación más que sobrada para cortarle y sustituirle por David Wood. Aquel asunto fue un escandalazo, porque en el mismo partido también fue pillado su compañero alemán Jens Uwe Gordon, que por supuesto también fue a la calle.

En la actualidad, recién retirado.

Después de eso, no se auguraba un gran futuro a Roe en ligas serias como la española, pero no fue así. Con un juego de una depurada técnica individual, muchísima rapidez para jugar de ‘4’ y sobre todo una gran competitividad, se convertiría en los años siguientes en un jugador imprescindible en equipos de la zona media-baja de la clasificación, a los que aportaba una buena cantidad de puntos y rebotes.

Lo más curioso es que tenía tendencia a repetir con el mismo club en años consecutivos, algo que empezaba a no ser muy normal entre los americanos. Empezó a redimirse en la 2000-01 en el Gijón (21,8 puntos y 8,4 rebotes, MVP liguero), donde continuó en la siguiente (17,8 y 7,9). Pasó a Alicante, con 17,5 y 8 en la 2002-03 y 20,9 y 7,8 en la 2003-04. Y completó su tercer bienio consecutivo en Sevilla, manteniendo la excelencia (20,9 y 9 en la 04-05 y 19,6 y 7,1 en la 05-06).

Después ya no tuvo tanta estabilidad: Corea (supongo que a ganar pasta), un contrato temporal en el Tau y otro en el Murcia, la LEB en el Palma Aqua Mágica y el Tenerife… Tuvo un último añito digno en ACB con el Bruesa en la 2008-09, eso sí, totalizando 273 partidos en la máxima categoría con 17,5 puntos y 7,4 rebotes. Excelente.

Supongo que se planteó jugar hasta los 40 y lo consiguió con un año en México y dos en Argentina. Ahora ha pasado a ser entrenador asistente en la Universidad de Massachusetts. «Para tener éxito en la ACB siendo americano, tienes que respetar a la liga, los equipos, los entrenadores y a los seguidores», cuenta desde allí, sonriéndose cuando le recordé el episodio del positivo. «Drug? Marijuana? LOL», fue su respuesta. Mejor pasar a otra cosa.

«Era serio, pero espectacular. Por eso creo que los españoles me querían. Jugué con fuego y con pasión y muchos aficionados pudieron apreciarlo. Me gustaría agradecer a todos ellos y a los entrenadores y compañeros la oportunidad que me dieron a mí y a mi familia durante mucho tiempo. Siempre estaremos encantados con los recuerdos y los llevaremos el resto de nuestras vidas. THANKS ESPANA!!!! (sic)».