Juan Méndez, el hombre «olvidado» por la FEB en la lista de los «reyes del ascenso»

46 - C.B.Cafisa-Canarias.

AGUSTÍN ARIAS.-

Me «revientan» las injusticias y también los trabajos que, elaboradas desde un estamento oficial, como es la FEB, no recojan con total precisión los datos históricos. Estos díass reproduje un artículo colgado en la FEB con motivo de los últimos ascensos de LEB-Oro a Acb y esos nombres propios de jugadores se se unen al selecto equipo de «reyes de los ascensos». Pues bien, en segundo lugar, con la friolera de SEIS CONQUISTAS ACB, un viejo conocido, DAVID GIL, y el norteamericano Taylor Coppenrath. Sale el artículo en BASKETMANÍA y… ¡SORPRESA! uno de los nuestros, el palmero JUANITO MÉNDEZ «EL RANA», que se sorprende en Facebook al no ver su nombre entre los «ascensores», cuando este palmero que un buen día fichó Pepe Cabrera acumula SEIS. De inmediato me pongo manos a la obra y saco este otro artículo del baúl de los recuerdos en el que se reconece y valora la trayectoria y sus seis ascensos. Espero, querido y admirado «Rana», haber podido solventar un lapsus.

salva, menza y sole

 

ARTÍCULO DE JAVIER ORTIZ EN COMUNICACION ACB.-

Un dato marca la carrera de Juan Méndez, también conocido como ‘El Rana’, por cierto. Resulta que nada menos que seis veces consiguió el ascenso a la máxima categoría del baloncesto, cinco de ellas bajo el formato ACB. Realmente tremendo, ¿no? Fue el principal bagaje de un jugador carismático y muy comprometido con los equipos en los que jugó. Lo hizo siempre en las Islas Canarias excepto una satisfactoria experiencia en el Cáceres, en el que, cómo no, también subió, y siendo muy importante.

Méndez es de la isla de La Palma. Nacido en la pequeña localidad Mazo, su familia se mudó a la capital, Santa Cruz de La Palma, teniendo él diez años. Fue allí donde empezó a jugar al baloncesto. “Recuerdo que mi primer tiro fue con un balón de plástico y todos se rieron porque no llegué ni a canasta”, apunta. Vivaracho y muy activo, se le escucha como un auténtico apasionado del basket.

Nunca pensó, asegura, que se acabaría ganando la vida con ello. “Es que uno de mis primeros entrenadores, José Felipe Antón, me dijo que me dedicase al fútbol, que no podía meterme en el equipo juvenil. Yo le rogué que por lo menos me dejase entrenar con ellos. Y al primer partido de liga ya era titular. Fue una cuestión de orgullo, amor propio, disciplina. Muchas veces lo pongo como ejemplo a los niños. No se puede pensar mínimamente en triunfar si no hay mucho trabajo antes”.

Destacando por sus cualidades físicas (un potente tren inferior), dio el salto a la isla de Tenerife con el CB Canarias. Con 20 años fue una de las revelaciones de la Liga Nacional y llegó estar preseleccionado para el equipo nacional junior. Había estado a punto de ir al Baskonia de la mano de Iñaki Iriarte, pero finalmente lo rechazó.

Con la camiseta amarilla y negra subió (y descendió, también hay que decirlo) en tres ocasiones, en 1981, 1983 y 1986. En 1987 cambió de isla y se marchó al Claret (actual Herbalife Gran Canaria), el eterno rival radicado en Las Palmas de GC. “Vino Germán González y era un pedazo de jugador, así es que pasé a jugar menos minutos. Cuando me marché al Claret iba buscando más tiempo en pista y también ayudó que mi mujer estuviese destinada allí”, dice. Méndez volvió a subir en 1988 y 1991. La leyenda crecía.

En 1992 se vio fuera del club porque no había puesto por escrito las condiciones que anteriormente había pactado, así es que se buscó la vida en Cáceres. “Me da vergüenza decir que sabía que la ciudad estaba en la península, cerca de Portugal, pero poco más, porque nunca había jugado allí. Pero valió la pena. Para mí fue espectacular pertenecer a un equipo que salió de la nada y fue enganchando a tanta gente hasta conseguir el ascenso”. Fue el capitán y uno de los hombres más queridos por la hinchada. El 10 de mayo de 1992 sumó su sexto ascenso gracias a una canasta de Jordi Freixanet en el último segundo ante el Prohaci Mallorca.

Méndez pudo vivir así, en Extremadura, otra temporada en la súper élite, la sexta también. En total fueron 175 partidos y 6,3 puntos en 17 minutos. Le gustaba hacer el primer tiro del partido y era de los que gesticulaba mucho a su propio público para que animase. Todo un personaje.

Cerró su trayectoria profesional en el CB Canarias en la 93-94, en Primera B. Esta vez no pudo lograr el éxito y se ‘jubiló’ de las pistas contra su voluntad, pero abrió un nuevo camino: abrió varias tiendas de ropa (llamadas ‘Eleven’, porque él llevaba el 11) que hace casi tres años tuvo que cerrar.

Tras un paso por el mundo de los seguros y también en un proyecto deportivo del Ayuntamiento de La Laguna, está de vuelta plenamente en el baloncesto: trabaja para el Iberostar Tenerife (antiguo CB Canarias) en la organización de eventos, marketing y con la cantera. También es el guía perfecto en las visitas al club de los numerosos colegios e institutos de la Isla.