No sería extraño que en las próximas jornadas permanecieran cerradas las carreteras de acceso al Teide, al Roque de los Muchachos e incluso a las cumbres de Gran Canaria, como ya pasó ayer, pues la previsión de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) apunta a que las bajas temperaturas y las lluvias fuertes seguirán produciéndose en la cara norte de casi todas las islas, por lo que es previsible que las nevadas sigan registrándose en los puntos más altos de la geografía canaria.

"Desde Carnavales, en el Archipiélago se está registrando un fenómeno que es frecuente, pero que no deja de ser complejo, y es que en los niveles bajos de la superficie hay una situación anticiclónica caracterizada por la presencia del alisio, pero en las capas altas hay bajas presiones, es decir, borrasca, que es lo que produce tormentas, chubascos e incluso nieve", explica el director de la Aemet en la provincia occidental, Víctor Quintero, que añade que es por este fenómeno por el que se han producido las lluvias intensas de las últimas horas.

Precisamente la predicción para los próximos días señala que la inestabilidad continuará. "Seguirá lloviendo hasta el viernes, si bien serán lluvias ocasionalmente débiles y concentradas en las medianías y zonas altas; sin embargo, a partir del sábado las precipitaciones se intensificarán, sobre todo en el norte de La Palma en las primeras horas de la mañana, aunque a lo largo de la jornada la inestabilidad afectará también al resto de las islas, incluso en la vertiente sur", explica Quintero.

Y es que, aunque la previsión no es fiable al 100%, parece que este fin de semana será frío y estará pasado por agua.

"Aún es demasiado pronto para garantizarlo de una forma oficial, pero todo apunta a que la situación empeorará los días 7 y 8; sin embargo, permanecerá dentro de los límites que se consideran normales, así que no está previsto que se vaya a realizar ningún tipo de aviso o alerta al respecto", matiza Quintero.

Lluvia por sorpresa

El hecho de que el lunes en casi todas las islas se produjeran fuertes lluvias cogió por sorpresa a los ciudadanos, ya que en las últimas semanas se habían declarado varias alertas meteorológicas por precipitaciones que resultaron de menor calado. En el norte de Tenerife, varias vías se vieron afectadas por el caudal de agua, así como los barrancos, que dejaron en malas condiciones playas como la portuense de Punta Brava.

Quintero indica que "no ha llovido tanto como podría parecer, salvo en puntos del norte de Tenerife, así como en El Sauzal, Tacoronte y Santa Úrsula, y en Anaga, donde se han registrado 45 litros por metro cuadrado en 24 horas. Sin embargo, en Santa Cruz y La Laguna no se ha llegado a los 25 litros y en el sur es un litro".

Asimismo, la presencia de nieve en las cumbres de Aguamansa y Tigaiga, en el municipio de Los Realejos, sorprendió a muchos, ya que la cota se situó en los 1.600 metros, muy por debajo de lo que suele ser habitual.

Algo similar sucedió en el Roque de Los Muchachos, en La Palma, y en la cumbre de Gran Canaria, donde las nevadas hicieron acto de presencia por tercera vez en lo que va de invierno.

Sin embargo, merece una especial atención el hecho de que ayer amaneciera con escarcha en la carretera que cruza el Parque Nacional de Garajonay. Al parecer, durante la madrugada coincidieron temperaturas de unos 3 grados con lluvia, lo que creó una especie de aguanieve que muy pocos gomeros han tenido la posibilidad de contemplar en alguna ocasión.

En El Hierro el lunes llovió con fuerza, si bien lo destacable son las bajas temperaturas, que rozaron los 10 grados durante la noche.

En este sentido, el director de la Aemet recuerda que "las temperaturas han sido invernales, pero normales para la época. Lo que sucede es que tenemos mucha diferencia entre las máximas, que oscilan entre los 19 y los 21 grados, y las mínimas, que varían entre los 13 y los 16".

En cualquier caso, la previsión para los próximos días es que esta oscilación térmica será más acentuada y que las temperaturas máximas subirán algo durante las horas de sol, pero cuando llegue la noche descenderán bruscamente.