LA CORONA española, a lo largo de estos siglos, ha ido tejiendo alrededor de nuestro archipiélago una telaraña inmensa para conservar sus dominios, en esta última colonia y primera conquistada. Debido a ella, ha podido seguir chupando nuestras riquezas, nuestras energías e incluso la mente de muchos canarios, que cuando vuelan alto y se enredan en la tela de araña, alertan a la vieja araña que viene a chuparles la sangre, mientras gritan "Viva España".

El problema de muchos de nuestros compatriotas es que no saben lo que son, de dónde vienen y adónde van. Por ello, a lo largo del tiempo, los partidos españoles de diferentes tendencias los han conducido a defender sus propios intereses o en defensa de la gran araña. Ha habido algunos intentos de rebelarse y romper la telaraña, como en 1827, en Tenerife, con un movimiento independentista que no cuajó; en 1897, en Caracas, con Secundino Delgado y el segundo periódico El Guanche, que preconizaba la independencia, y en 1924, en Cuba, con la creación del PNC, que tenía una ideología independentista y exigía la solución de la independencia y publicaba el tercer periódico El Guanche, pero que no cuajaron por el simple hecho de que Canarias está en África y aquellos grupos o partidos estaban en otro continente. No confundir este PNC, que se extinguió en Cuba a finales de los años 40, con el actual PNC, creado en los años 80, que no tiene ideología independentista y que va a remolque de los autonomistas de Coalición Canaria, que se sienten europeos, atlantistas, antiafricanos compulsivos y se han convertido en los tiralevitas de don Paulino Rivero con su frac.

Hacia 1850 se había creado en Tenerife el primer periódico El Guanche, muy importante para la época como expresión de una pequeña burguesía que se removía para romper la telaraña y logró que la metrópoli dictara la ley de Puertos Francos de 1852 y se conformara con ello, pero no profundizó en la canariedad para que nuestro pueblo africano tomara conciencia de quién era y de dónde venía. No podía plantearse el problema de adónde iba, puesto que el continente africano en la totalidad estaba bajo la bota colonial.

En 1956, con la independencia de Marruecos y Túnez y la lucha de liberación en Argelia y en otras colonias africanas que empezaban a empuñar las armas para expulsar a los colonialistas y con la llegada a Canarias de las primeras lanchas de contrabando que venían de Tánger, llegaron noticias esperanzadoras para los que siempre habíamos soñado con la independencia de Canarias. Cuando se crea en Tamarant el Movimiento Canarias Libre, los patriotas de la isla de Chinet insistimos en que era necesario hablar de independencia y que los acontecimientos en el continente eran sumamente importantes, pues decíamos que la contradicción principal de Canarias no era el franquismo, sino el colonialismo español. Precisamente, en una conversación que tuve con mi amigo y colega Fernando Sagaseta, le dije que había que ir a Marruecos a ver qué estaba pasando allí y en Argelia. Yo había sacado un pasaporte por si acaso, y en 1960 lo envié a Madrid a la embajada de Marruecos para que me diesen un visado de entrada de turismo. Como no me gustaba ir por Madrid, me las arreglé con Armando Santana, un cambullonero venido de los barrios de la Isleta, de Tamarant, que acabó como propietario de varias lanchas que traía llenas de mercancías de contrabando que desembarcaba tranquilamente en el barrio de El Cabo de esta capital tinerfeña -tenía compradas a todas las autoridades españolas, como era de rigor y costumbre-, por donde llegaban la penicilina, radios, tabaco, cocinas y toda clase de tejidos, café, aceite y todo lo que aquí se necesitaba, que después vendía tranquilamente en su almacén de la calle Miraflores. Digo me las arreglé porque Armando Santana y los cambulloneros del muelle me prometieron llevarme en una lancha rápida para ver la situación en el continente, pues ellos sí creían en la independencia, porque la habían visto de cerca o hablaban con los marineros extranjeros que venían del continente. Rindo aquí homenaje a todos los cambulloneros de los dos grandes puertos canarios, que con riesgo de sus vidas sacaban mercancías de los barcos extranjeros que por aquí transitaban y daban de comer a muchas familias que en los años de escasez no podían pagar los precios de la penicilina, del café, aceite, azúcar racionado con la cartilla de racionamiento española o con los chanchullos de algunos comerciantes liados con los mandamases del Mando Económico. Aún estamos muchos esperando el monumento al cambullonero, que debería levantarse en los grandes puertos canarios y que cuando seamos independientes prometemos hacerlo.

El viaje no lo pude hacer en 1960, sino en 1962, clandestinamente, en un pequeño mercante asturiano que me dejó en el puerto marroquí de Safi hasta llegar a Casablanca la bella, y de allí a París, ya que las autoridades franquistas me buscaban por dos consejos de guerra y dos o más juicios pendientes por las huelgas del puerto, panaderos, lecheras, y por el juicio por ser parte del Movimiento Canarias Libre en Tenerife y por fundador del MAC (Movimiento Autonomista Canario). Del muelle a Marruecos, Francia, Moscú 1962, Congreso de la Paz, julio 1962, el presidente Kruschov, ante 4.000 delegados, el 5 de julio, nos anuncia que Argelia acababa de declararse país africano independiente, después de una lucha de ocho años y un millón y medio de caídos en combate y torturas del colonialismo francés. ¡Doce minutos aplaudiendo en los salones del Kremlin! Casi toda África estaba presente: unos ya con sus independencias, otros batallando por obtenerla con sus luchas y otros tomando conciencia, como la representación canaria.

Cuando mi vuelta a París, agosto del 62, llamaba por teléfono a compatriotas para explicarles lo que estaba pasando en el mundo y en África. No lo comprendían o seguían hablando de la unidad contra el franquismo; yo les decía que de todas maneras el dictador se iba a morir algún día y que había que pensar en lo único que interesaba a los canarios: la libertad y la independencia. Pero la clandestinidad española y las tramas de la telaraña impedían ver fuera del entramado. De ahí que lo mejor era plantear la solución en nuestro continente y en la OUA buscar apoyos diplomáticos y, sobre todo, buscar una definición de Canarias dentro del contexto internacional. Creando el MPAIAC avanzamos en la toma de conciencia y en la clarificación exterior, cosa que logramos, sobre todo, con la declaración solemne de la OUA, del 20 de julio de 1968, en Argel, en la sexta conferencia de jefes de Estado africanos, donde por fin se aclaraba que Canarias no forma parte de España, sino de África, y que nuestro pueblo colonizado tiene el derecho a la autodeterminación y a la independencia como todos los pueblos colonizados del continente.

En diciembre de 1975 logramos obtener una radio que transmitía para todo el mundo desde Argel, La Voz de Canarias Libre, órgano oficial del MPAIAC, que hizo una labor inmensa para la toma de conciencia del pueblo canario y, sobre todo, para que se conociese en el mundo entero nuestra lucha por la reivindicación de nuestros justos y legítimos derechos nacionales. La radio del MPAIAC, repito, sirvió para la gran toma de conciencia de los canarios, lo que provocó la enemiga de la corona medieval española, de los partidos españolistas de todo tipo y de los grupos canarios agodados que se empezaron a formar en las islas tras la muerte de Franco. Como es lógico, las maniobras de los servicios españoles y de los partidos españoles y filiales en Canarias fueron múltiples. Los compatriotas que trabajaron en la radio y muchos de nuestros militantes son testigos y fue necesaria una labor de desenmascaramientos, sobre todo a partir del 1º de noviembre de 1976, porque los partidos españoles de izquierda y derecha sólo pensaban en acabar con la radio. Me gustaría contar un hecho que después tuvo repercusiones en el cierre de nuestra emisora.

Me hallaba transmitiendo una tarde en 1977 directamente una emisión donde hablaba de que Cataluña tenía derecho a la independencia, puesto que en 1640, el mismo día que el Portugal ocupado declaró la independencia e intentó liberarse de la corona española, lo había hecho Cataluña. También estaba hablando de que Euskadi tenía derecho legítimo a la independencia, porque era un pueblo ocupado por la corona española y la república francesa, y, como es lógico, hablaba, como todas las noches, de la independencia de Canarias. En ese preciso momento entra en los estudios un saharaui que se había colado en el F. Polisario, llamado Ahmed Boujari, y dando gritos me dijo textualmente: "Si perdemos Cataluña, el País Vasco y Canarias, ¿qué va a ser de España?". Tuve que cortar la emisión y poner música para echar a este individuo, que los argelinos kabiles de la radio me dijeron que era uno nuevo del F. Polisario, que se decía árabe de los beduinos conquistadores Beni Hillal que invadieron África del Norte en el siglo XIII y sometieron a los bereberes. Le dije que qué diablo le importaba lo que pasara en la monarquía española y a quién quería defender con esos gritos en nuestra emisora. Días después llamé a Canarias y me dijeron lo siguiente: "El tal Bujari fue protegido de un general franquista, el general Ravina, establecido en Tenerife, que había estado antes en el Sahara y lo trajo de niño a Tenerife para pagarle sus estudios e incluso vivía en su casa de La Laguna y militaba en grupos de la extrema derecha española cuando le pagaron sus estudios en la Universidad . Durante sus estudios de Derecho, se distinguió por estar con los grupos falangistas y franquistas, oponiéndose a los grupos canarios de la Universidad de La Laguna y todos lo conocían como el protegido del general Ravina e individuo peligroso y espía de los militares. Señalamos todo esto a los compañeros del Polisario, advirtiéndoles de estos desagradables hechos y de su conducta, pero dijeron que, como no tenían cuadros con estudios, como el tal Bujari, debían aceptarlo. Lo peor es que cuando los primeros ametrallamientos que hizo el Polisario contra los pesqueros canarios, en el banco canario-sahariano, vino a hablar conmigo y a presumir de la masacre que habían hecho asesinando a mis compatriotas pescadores, porque seguían pescando en sus llamadas aguas. Pueden imaginarse lo que le dije a este personaje y no pasé a más por encontrarme en un país que me daba hospitalidad. Este siniestro personaje árabe es el que actualmente tienen los saharauis en su representación en las Naciones Unidas, donde lleva una labor constante contra la independencia de Canarias y en España le permiten los españoles y militares hacer declaraciones contra la independencia de Canarias, como hizo el pasado domingo en Canarias, en dos periódicos españoles o en el periódico de Madrid ABC, como en su día lo hemos denunciado en un artículo de denuncia distribuido en la prensa, el 27 de julio de 2009, donde decía: "El CNC muestra su extrañeza ante las desafortunadas declaraciones hechas el día 23 de mayo de 2008, hace más de un año, en Madrid, por el representante del Polisario ante las Naciones Unidas, Bujari Ahmed, y que fueron publicadas a todo bombo en el periódico monárquico ABC de Madrid, donde afirma, tras la visita de una delegación marroquí en aquellos días a Canarias, acompañada de varios saharauis: "Canarias no está bajo la ocupación ilegal de ninguna potencia extranjera, como sucede con el Sahara... y forma parte de un Estado del que nadie cuestiona internacionalmente su soberanía, mientras que el Sahara nunca ha sido marroquí".

Pero lo peor de todo es que, de acuerdo con el secretario general del PSOE, en el año 1978, Felipe González, trajinó con el coronel argelino Sliman Hoffmann, responsable del departamento de Movimientos de Liberación en Argel y amigo íntimo (por negocios de Felipe González) y antiguo oficial de tanques del ejército francés, que a última hora se pasó al FLN con otros dos capitanes argelinos que los guardaron, porque eran especialistas en blindados y tanques, formados por los franceses, trajinó, pues, el cierre de nuestra emisora. En febrero de 1978, Felipe González preparó junto con Hoffman, Bujari y Abdelazis, actual presidente de la RASD, una visita a los campos de Tinduf para prometer su apoyo a la República Árabe Saharui. La condición que puso para venir el socialista español es que durante su estancia en Argelia no se podía permitir que transmitiera La Voz de Canarias Libre y sus ataques a la integridad de España. Como en el MPAIAC estábamos preparando el viaje a Trípoli (Libya) para la reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la OUA, dejamos pendiente esto de la radio. No obstante, hablé con el ministro Bouteflika y me dijo que eso eran cosas de Hoffmann, pero que él lo arreglaría a la vuelta de Trípoli. Cuando ya íbamos a empezar de nuevo la radio, el 5 de abril de 1978, el Gobierno español envía a los mercenarios que me apuñalaron, cometiendo un acto de terrorismo de Estado.

Algún tiempo después, por unos saharauis, amigos del fundador del F. Polisario, El Ouali, que habían sido desplazados todos de la dirección, después de la muerte de mi amigo El Ouali, me contaron que Felipe González había estado en Tinduf y había firmado un acuerdo secreto con la nueva dirección pro árabe del frente, por la cual el PSOE se comprometía a darles el apoyo necesario en todos los aspectos y que si llegaban al poder en España los socialistas los reconocerían y congelarían las relaciones con Marruecos; pero había una condición secreta especial: "Que desde la firma de este acuerdo, el F. Polisario no sostendría nunca la lucha de liberación del MPAIAC, ni hablaría nunca de la independencia de Canarias, y reconocía que Canarias era una parte integrante de España y no de África".

Años después, me enteré del precio que pagó Felipe González por este acuerdo y por el cierre de la radio al coronel del consejo de la revolución argelina, S. Hoffmann: cuentas corrientes en Madrid, chalets y hotel en Palma de Mallorca, etc.; hice llegar una copia al coronel Kasdi Merbah, del servicio de contraespionaje; el coronel Hoffmann fue expulsado del consejo de la revolución, del FLN y de todos sus cargos y obligado a devolver los regalos que le había hecho el socialista español. Lo que le entregó F. González a Bujari, este árabe enemigo de Canarias, de los guanches y de los bereberes, aún no lo hemos descubierto con detalle. Mañana, 28, por cierto, se cumplen 32 años del asesinato de los pescadores del "Cruz del Mar" por el F. Polisario. En los próximos artículos hablaré del montaje colonialista que han inventado los autonomistas europeístas de Coalición Canaria y el PNC, creando la Fundación Canaria Centro de Estudios Canarios siglo XXI, para demostrar que Canarias es un pueblo europeo sin nación y no un pueblo africano colonizado y que los canarios venimos de Europa. Hoy, sábado 27, se inaugura en Agadir, Marruecos, una conferencia internacional sobre la causa amazigh en África del Norte, organizada por el Congreso Mundial Amazigh (CMA) y vienen representaciones imazighen de Argelia, Marruecos y de los tuareg del desierto, pueblos sin nación, por ahora. Por cuestiones de tiempo no podemos enviar una delegación canaria, que será la próxima vez.

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