La noticia de que el Gobierno de Canarias limitaba al máximo cualquier gasto a partir del 3 de noviembre y hasta fin de año para tratar de ahorrar 250 millones de euros fue acogida con recelo en el ámbito sanitario, pese a que se garantizaron fondos para llevar a cabo cualquier compra "que fuera estrictamente necesaria y que se justificara adecuadamente".

Casi mes y medio más tarde los profesionales de la medicina y la enfermería de los centros sanitarios públicos se quejan de que si bien no se les ha comunicado nada por escrito, en muchos centros de salud y especialidades hospitalarias se les ha advertido de la necesidad de que se utilice el material disponible "sólo en aquellos casos en los que sea estrictamente necesario para garantizar que llegue hasta final de año".

No obstante, la situación es muy dispar según cada centro sanitario. Así, en el Hospital Universitario de Canarias (HUC) el material que se utiliza es el que estaba en depósito, es decir, se han dejado de realizar pedidos de material y se está utilizando el "stock" que se tenía acumulado en almacenes y que tendría que ser suficiente para atender todas las necesidades durante mes y medio. Aún así, enfermeros y médicos de dicho centro confirman que ya se les ha dicho que controlen "el uso de gasas, guantes y vías o se podría dar una situación grave antes de que finalice diciembre".

"Para nosotros que nos hagan este tipo de advertencias es vergonzoso porque si un material se utiliza es porque es necesario. No sé de nadie que use las cosas porque sí, y lo que me preocupa es que llegue el momento en el que comiencen a racionar los suministros", asegura una doctora cuya identidad prefiere que no se dé a conocer.

Precisamente esta situación que teme esta profesional ya se está dando al menos en dos centros de salud de la isla de Tenerife, donde la dirección ha distribuido entre todo el personal médico y de enfermería "las cajas de guantes, que tienen que durar hasta final de mes", tal y como confirman dos trabajadores que prefieren guardar su identidad por miedo a represalias. En este punto, aseguran que este tipo de reparto no sólo afecta al material propiamente sanitario, sino también al de uso personal de los profesionales. "Hace dos semanas que se terminó el papel absorbente con el que nos secamos las manos tras lavarlas antes y después de observar a algún paciente. Nuestra sorpresa es que ya nos han dicho que no hay más y que no se puede comprar, que lo compráramos nosotros. De momento estamos utilizando el papel con el que se cubren las camillas", explica un facultativo, que confirma que tampoco hay papel higiénico ni para profesionales ni para usuarios del ambulatorio. "Lo siguiente será el jabón antiséptico, porque está ya próximo a terminarse", indican.

Justamente la solución alcohólica que recomienda el Gobierno de Canarias dentro de su plan de higiene del personal sanitario para conseguir una mayor desinfección, ya se ha acabado en al menos cinco centros de salud y no ha sido repuesta ni sustituida por ningún otro jabón antiséptico. "Nos quejamos de que no teníamos ni un mal jabón con el que lavarnos las manos y nos pusieron uno de Mercadona con olor a vainilla", se queja un profesional, que asegura que los problemas no sólo se notan en la carencia de material, sino en que la calidad, que cada vez es peor.

Y es que en lo que coinciden todos los profesionales sanitarios es en que los guantes "cada vez se rompen o deterioran más rápidamente" y sobre todo critican las nuevas vías. "Son tan malas -aseguran- que se parten de nada y al no ser ergonómicas, como las que siempre hemos tenido, dificulta más su colocación e incluso se le hace daño a los pacientes".

Respecto a la medicación, también se notan carencias, tal y como confirma el responsable de uno de los centros de salud que más pacientes atienden en las Islas, por situarse en un enclave turístico. "En urgencias siempre se dispone de fármacos básicos del tipo Primperán o Voltarén, así que cuando un paciente acude de madrugada no sólo se le administra la primera toma, sino que se le da la segunda, para que no tenga que ir a esa hora a la farmacia, sin embargo, se están acabando y ya se nos ha dicho que no se van a reponer".

Sin embargo, más grave es el hecho que ya se está dando de no disponer de soluciones necesarias como la penicilina infantil o los jarabes, en cuyo caso los padres que acudan a urgencias deben comprarlo y ser ellos quien lo lleven para que le sea administrado al menor por los profesionales.